AVISO

A partir del 1° de Diciembre, este foro cesa su actividad, atento a que la nueva etapa de formación de líneas alternativas dentro del peronismo requiere, más que la ya agotada discusión acerca del PJ, un trabajo específico de análisis y propuestas que puedan fortalecer a los nuevos liderazgos peronistas liberales.

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Panorama político nacional de los últimos siete días

Que venga el Principito
por Jorge Raventos


Problemas de definición: los escarceos y aproximaciones al Fondo Monetario Internacional que protagoniza Amado Boudou, ¿deben ser considerados un capítulo de lo que ciertas crónicas describen como la “contraofensiva victoriosa” de Néstor Kirchner? Cuatro años atrás, cuando también formalmente ejercía la presidencia de la Argentina, Kirchner canceló con 10.000 millones de dólares de las reservas del Banco Central su deseo de tomar distancia del Fondo, que por cierto no exigía el pago al contado de toda la deuda. Esta semana Boudou procuró ante el chileno Nicolás Eyzaguirre, director para el Hemisferio Occidental de la entidad , que el Fondo emplee anestesia y discreción para facilitar un regreso no humillante del gobierno K. Una condición ineludible consiste, sin embargo, en aceptar que la entidad aplique el Capítulo IV de su normativa, que supone un análisis de las variables de la economía nacional y un juicio sobre su consistencia y capacidad de cumplir con obligaciones. “Hasta Estados Unidos cumple las condiciones que fija el Estatuto del FMI”, dejó establecido Eyzaguirre, para que se entienda que no hay nada personal en esos requerimientos.

El intento de regreso que tramita el ministro de Economía, ¿debe entenderse como un paso para “profundizar el modelo”, mandato que, según explicó esta semana Néstor Kirchner en Tres de Febrero, es el único mensaje que las urnas del 28 de junio le dictaron?

Algunos malpensados opinan que es precisamente la aplicación del “modelo”, con su carga de creciente desequilibrio fiscal , desconfianza y clausura de los circuitos de crédito , la que está guiando los pasos del gobierno K hacia el Fondo: el que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen. El superávit fiscal, que en julio de un año atrás había superado los 4.000 millones de pesos, se redujo en julio de 2009 a 766 millones. Una vertiginosa caída de 81 por ciento.

El dolor se siente más en el interior del país, donde se abultan los quebrantos de las provincias, cuyo déficit de este año estaría por encima de los 11.000 millones de pesos. En varios distritos las dificultades para abonar sueldos no son una amenaza cercana: ya se han manifestado, sea a través de postergaciones o escalonamientos de los pagos. Los proveedores de las administraciones de muchas provincias ya venían experimentando las postergaciones. Río Negro empezó por pagar aguinaldos a sólo un tercio de los empleados públicos; la vecina Neuquén lo hizo en cuotas. Chaco, Tierra del Fuego, Jujuy, Santa Cruz apelaron a mecanismos análogos. Santa Fé mantuvo varios meses suspendido el pago de obra pública. En algunas intendencias misioneras se canceló salario con bonos. La provincia de Buenos Aires atravesará ajustadamente sus compromisos salariales de agosto, pero financieramente camina por el borde: reconoce un déficit de 5.500 millones. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, le escribió a principios de la semana una carta a la señora de Kirchner, advirtiéndole que declararía la emergencia económica provincial si no recibía del gobierno central fondos que éste retiene: “el monto alcanzaría al 31 de Agosto de 2009, la cifra de 372 millones de pesos, equivalentes a un mes de masa salarial líquida de todos los estatales activos de mi Provincia”, puntualizó. Córdoba podía convertirse en la primera provincia en volver a las cuasimonedas que cundieron a principios del milenio. El ultimátum de Schiaretti funcionó: el jueves 27 de agosto la señora de Kirchner envió la tercera parte de la suma requerida por Córdoba. Paso a paso.

En la década del 90, las provincias recibían por coparticipación alrededor de un 40 por ciento de la recaudación impositiva. Este año no llegan al 25 por ciento. La caja central retiene una cuota más amplia de los recursos (pese a lo cual su desequilibrio fiscal crece y tendría déficit si no contara con la masa de fondos capturados a los fondos particulares de jubilaciones) y las provincias ven agravarse dramáticamente el rojo de sus cuentas. Eso se traduce en un crecimiento sostenido de la conflictividad.

Ese es el telón de fondo en el que se inscribe la nueva ofensiva del gobierno central contra el campo. Las batallas del año 2008 contra la cadena agroindustrial, que concluyeron con la derrota política del oficialismo, suscitaron un replanteo del tema de la coparticipación y un revival de la conciencia federal: provincias y municipios del interior afilaron el lápiz para calcular en cuánto se veían perjudicados por la aplicación de abusivas retenciones que paralizaban las economías locales, suscitaban la fuga de recursos hacia el barril sin fondo de la caja central y terminaban convertidas en instrumentos de extorsión a gobernadores e intendentes.

Acuciado por la fugacidad de un control del Congreso que concluye en diciembre y que, de hecho, se ejerce ya con una legitimidad política dudosa y forzada, pues la relación de fuerza que muestran las cámaras no refleja ahora la que se manifestó en las urnas dos meses atrás, Néstor Kirchner parece decidido a forzar los acontecimientos. Al hacerlo acelera y tensa la crisis de gobernabilidad.

La por algunos llamada “contraofensiva K” se produce conjuntamente con la dispersión y el estado deliberativo de las fuerzas kirchneristas, donde muchos liderazgos locales y sectoriales no acompañan en estas circunstancias la clásica actitud confrontativa de Néstor Kirchner. Sólo esa confusión interna y esas vacilaciones pueden explicar el blooper interpretado por los bloques oficialistas de ambas cámaras cuando aprobaron un texto legal que aseguran no haber revisado y que indujo a la presidente a desgastar tempranamente el mecanismo del veto.

Que semejante revés se haya producido sin que –como hubiera ocurrido en otros momentos- Néstor Kirchner hiciera rodar la cabeza de algún chivo expiatorio en el Congreso, indica los límites estrechos dentro de los que la familia presidencial debe moverse: en las semanas que restan hasta que venzan los mandatos de este Congreso los votos de su bloque y los de los aliados que coopta se cuentan de a uno y ante esa circunstancia, deben tragar amargo y escupir dulce.

En cualquier caso, el veto presidencial a los artículos que limitaban las retenciones en algunas zonas rurales afectadas por la sequía tuvo efectos ilustrativos sobre los productores agrarios (y también sobre otros sectores agredidos por la acción del gobierno): moderó y corrigió cierto optimismo que reinaba en esos ámbitos y que veía diciembre como una fecha de giro, a partir de la cual la nueva integración parlamentaria permitiría corregir el rumbo desviado del gobierno. El veto presidencial fue una prueba de la porfiada actitud con que el oficialismo se planta frente al sector agrario, al que aspira a derrotar plenamente, sin dejarle pasar ni siquiera reivindicaciones menores o parciales. Los sectores afectados por esa terca voluntad de sofocamiento se ven forzados a la pelea y ante la sociedad se dibuja un escenario crispado: ¿habrá que atravesar dos años en los que el gobierno se empeñe en sus caprichos, vete las iniciativas del Congreso y pretenda avanzar a toda costa sobre aquellos sectores a los que define como enemigos; dos años en los que ni el Ejecutivo ni el Congreso puedan garantizar un orden razonable para trabajar, estudiar, invertir? La huelga lanzada por los productores agrarios a partir del veto presidencial y el clima combativo que reina en las asambleas (“más activo que en las luchas del año pasado”, certificó Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria) son consecuencias que podían preverse.

Convencido de que sus tiempos se acortan y de que debe librar velozmente una guerra contra “la coalición agromediática”, Néstor Kirchner fuerza los acontecimientos. La Justicia ha detenido una vidriosa licitación en el siempre codiciado terreno de los negocios del juego, donde corre algún notorio caballo del comisario. No es la única iniciativa que llega desde los Tribunales, un espacio que se ha vuelto muy dinámico a partir del 28 de junio.

El oficialismo quiere también aprovechar sus últimas semanas de hegemonía parlamentaria sancionando una ley de control de medios. No se trata sólo de recortar las opiniones críticas o divergentes o de sancionar al Grupo Clarín, al que la Casa Rosada coloca en el lugar de los enemigos; en el sector mediático han crecido en estos años varios retoños del “capitalismo de amigos”, a los que la ley pretende regar y fertilizar.

Néstor Kirchner abre frentes y planea batallas decisivas después de sufrir una derrota electoral que coronó su caída política de 2008. Algunos observadores pueden confundirse con esa fuga hacia adelante. Para relatarla como una ofensiva haría falta un talento como el de José Gómez Fuentes.

agosto 27, 2009

OPINIÓN

A propósito de unidad, cooptación y amontonamiento
por Mauricio Silva

Borocotó marcó el camino: pero, obviamente,
no posee el patrimonio ni la exclusividad. Creo que estigmatizar al “de la garrocha (gracias Asís)”, ya es inconducente. Es mucho más preocupante la pasividad no solo de la sociedad, sino de la dirigencia. Y la peronista en especial.

El abrazo Lavagna-Kirchner, Caamaño en La Plata, Latorre, Pampa Sur, son algunas “puertas de acceso” (solo a modo de notorios ejemplos) a despachos y cargos, luego justificadas como “servicios patrióticos”, pero (insisto) no por los protagonistas actuales, sino por los próximos…

Si a esto le sumamos los berrinches de la oposición ganadora (¿?) de los comicios pasados (De Narváez contra Sola contra Macri, Duhalde contra Reutemann, Solanas contra Sabatella, Carrió contra Cobos contra Stolbizer, etc.etc.), vemos que quien sigue con la iniciativa es el Gobierno Nacional.

La ausencia de democracia real en los partidos políticos, la proliferación consiguiente de “sellos de goma” habilitantes para ir a elecciones, y la colaboración de los medios en solo mostrar a los mismos dirigentes , además de la billetera (oficial y opositora) son solo algunas de las razones que abonan estos comportamientos.

La magnitud de la crisis vuelve sumamente necesario el protagonismo de una nueva dirigencia, con base territorial y capacidad de gestión, con coherencia y vocación de poder.

Que crea que no es lo mismo ser leal o tránsfuga, que entienda la importancia de la institucionalidad de los partidos y que fundamentalmente crea que la grandeza de la Patria y el bienestar del Pueblo son el objetivo inclaudicable.
La buena noticia es que esa dirigencia está.
La mala: los dirigentes que salen en los diarios, también lo saben.

(Mauricio Silva es titular de Unión Peronista Federal,
del Peronismo Federal de Juan Carlos Romero y Ramón Puerta.)

agosto 26, 2009

EL PJ NO ES EL CONGRESO

Mientras que el adelantamiento de las elecciones produjo una desleal ventaja para el kirchnerismo hasta que en el mes de diciembre los nuevos representantes y las nuevas políticas puedan por fin expresarse en el Congreso, en el PJ la ventaja no es automática. El plazo del PJ venció el 28 de Junio, con la elección general, y no hay ley que diga que hay que esperar a diciembre para cambiar. No en vano Kirchner cedió la presidencia del partido a Scioli un par de días después de perder. Sin embargo, no cedió el poder, que continúa en cuestión, sin que nadie amague a organizar un enérgico movimiento decidido a la normalización. Por el contrario, vuelve a aparecer el mismo perdidoso Kirchner tomando la iniciativa, con la reforma política que pretende hacer votar en estos días en un Congreso en el cual sigue predominando. En esta guerra de los vivos, el más vivo ¿quién es?

El lanzamiento de candidaturas parece quizá prematuro frente a lo básico: ¿quién controla hoy el PJ y cómo la Justicia Electoral está hoy posicionada para dirimir antiguas cuestiones de legitimidad en la autoridad que se arroga Kirchner? Por otra parte, ¿cuál es la posición de los afiliados, que continúan sin conducción aunque con las siempre saludables condiciones de autoconvocatoria y organización? Y, finalmente, ¿cuál es la posición, en relación al PJ, del resto de los argentinos, los independientes que considerarían variantes sensatas y operativas del justicialismo y los antiperonistas activos, a quienes no disgustaría en lo más mínimo que el PJ sucumba, para siempre, junto a los Kirchner?

Se habla mucho de los candidatos y de las secretas operaciones de Duhalde, pero poco de lo que habría que discutir: el reordenamiento legal y democrático de un partido masivo con la participación de todos los argentinos que pretenden un sistema bipartidista sólido. Este proceso de reordenamiento requiere una mesa de organización que, incluyendo a absolutamente todos los opositores a Kirchner, enfrente dentro del PJ ese hoy golpeado kirchnerismo que puede aún manipular la justicia, pero que no obliga a nadie a esperar al 10 de diciembre. La mesa de organización puede estar dentro o fuera del PJ, pero debe constituir una estructura paralela y sólida, muy visible públicamente, para enfrentar a ese poder pícaro y malintencionado que continúa perturbando la vida política y manteniendo, mientras tanto, paralizada a la Nación.

agosto 24, 2009

EL NUEVO FRENTE DE BATALLA: EL PODER JUDICIAL

Si bien los argentinos hemos hecho en el último año un curso acelerado de qué significa representatividad democrática y cuál es el rol del Congreso y del Poder Legislativo para frenar los abusos del Poder Ejecutivo, y hemos pasado con sobresaliente la prueba del conocimiento en las últimas elecciones, todavía nos falta poner el ojo y la actividad en el significado del Poder Judicial.

Hoy por hoy, ese poder aparece ante la opinión pública como una entelequia siempre oficialista por razones misteriosas. No está desmadejado el modo cómo el o los sucesivos poderes ejecutivos consiguen controlar y volver inoperante a la Justicia, cuando se trata de que ésta juzgue sus tropelías. Tampoco está claro como los mismos miembros del Poder Judicial pueden accionar para mejorar la eficacia de éste, en términos políticos y no sólo de recursos operativos edilicios, tecnológicos o de personal, otro tema que jamás se toma en profundidad frente a la opinión pública. A veces parece que no hay justicia por falta de personal, computadoras u organización. Otras, porque los jueces son fácilmente corruptibles o dominables por el Poder Ejecutivo u otras corporaciones poderosas.

Si hoy hubiera un Poder Judicial independiente, que sirviera a los auténticos intereses del pueblo y de la Nación (¡para eso está!) seguramente no tendríamos ya este gobierno, que tantas irregularidades ha acumulado, para llamar suavemente a lo que para una justicia vigilante y actuante serían simplemente delitos.

La batalla por un Poder Judicial limpio exige quizá que quienes lo integran comiencen a quitarse esas falsas máscaras de neutralidad política y pugnen a la luz del día a favor de lo que creen. Es preferible tener jueces con ideologías o simpatías partidarias, religiosas o culturales claras antes que jueces corruptos disfrazados de neutrales.

Las asociaciones profesionales son las que deben comenzar a exponer todos estos temas y llevar la discusión sobre el Poder Judicial al llano, para asegurarse también la participación y acción de los ciudadanos en el control de su propia justicia, hoy corrupta por los gobernantes y por ese característico dejar hacer por ignorancia que los argentinos continuamos pagando tan caro.

COMUNICADO

FELIPE SOLA Y EL PERONISMO FEDERAL

Buenos Aires, 23.-La UNION PERONISTA FEDERAL llevo la adhesión del Peronismo Federal al CONGRESO PERONISTA DE LUJAN.
Fernando Hauteville, Claudio Salvador, Oscar Ucha y Luciano Gerez encabezaron la delegación que llevo los saludos de Juan Carlos Romero, Ramón Puerta y Mauricio Silva al Diputado electo Felipe Sola.
“Nuestra Agrupación U.Pe.Fe. es parte vital y fundadora del Peronismo Federal, y consideramos a Felipe un hombre importante en este nuevo esquema.Por eso estuvimos con el en todo el proceso electoral pasado, y estaremos juntos en la búsqueda de un Peronismo con Gestión y Propuesta, así como lo vienen marcando Romero y Puerta”, señaló Silva.
Representantes de las ochos secciones de la U.Pe.Fe participaron activamente y colaboraron en el documento con las propuestas.


PRENSA
UNION PERONISTA FEDERAL
PERONISMO FEDERAL

agosto 22, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Frágil y fugaz
por Jorge Raventos

Hay quienes, apresurados, caracterizan ya como una “contraofensiva victoriosa” los últimos movimientos del oficialismo: la renovada delegación de atribuciones del Congreso al Poder Ejecutivo y la flamante alianza con don Julio Grondona para enfrentar al Grupo Clarín.

El extenso hiato abierto entre la fecha de la elección y la asunción de los legisladores votados por la sociedad no ha hecho más que agravar la fragilidad institucional del país: el Congreso no muestra hoy un balance de fuerzas que refleje el último recuento y el último mandato de la ciudadanía; la terca negativa a asumir ese dato crucial por parte del oficialismo le otorga al gob ierno una ventaja políticamente ilegítima, aunque se encubra con la misma imperfecta legalidad con que consumó el adelanto del comicio. Se trata, claro está, de una ventaja impregnada de fugacidad: tiene un final cantado, que coincide con el término de esta integración legislativa en diciembre y la asunción de los nuevos congresistas. La fugacidad puede incluso extremarse si el abuso de esta situación excepcional termina de calentar los ánimos sociales, que se muestran altamente resentidos con las instituciones y empujan, como en ocasiones no tan lejanas, la acción directa. En la última semana se han observado atisbos de esa situación: rutas cortadas, rebeldía callejera contra un fallo judicial, enfrentamientos ante el Congreso cuando se votaron las atribuciones extraordinarias al Ejecutivo, choques con las fuerzas de seguridad en una villa porteña.

Cadenas y secuestros

Malherido tras sucesivas derrotas, el gobierno ha decidido celebrar con pompa sus fugaces triunfos. Comprometió, por ejemplo, la cadena nacional de radiodifusión a la celebración de un convenio con la Asociación del Fútbol Argentino; otorgó a don Julio Grondona, el hombre que maneja la institución desde tiempos del Proceso Militar, un rango casi idéntico al de un estadista aliado y hasta consagró la inédita ceremonia con los acordes del Himno Nacional.

En un denodado esfuerzo por dotar de emotividad a ese (todavía misterioso) contrato destinado a cambiar de concesionario la televisación del fútbol profesional, la señora de Néstor Kirchner comparó las prácticas de las empresas que hasta hace apenas unos días transmitían los partidos con algunas atrocidades del Proceso militar: les imputó “secuestrar los goles hasta el domingo (…) como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos”. La frase sonó desafinada y tan desconcertante como cantar Caminito con la música de La Cucaracha. Estela de Carlotto, buscando, quizás, apuntalar la figura presidencial, interpretó que la señora “tal vez tuvo la sensación de que la gente que estaba impidiendo que los pobres vieran fútbol gratis es la misma que secuestró durante la dictadura” y atribuyó la opinión a que se trataba del “reflejo de una mujer perseguida”. En rigor, durante los años del Proceso la familia Kirchner comenzó a edificar su actual fortuna en la Patagonia y la señora viajó de Santa Cruz a la capital bonaerense a rendir sus últimas materias de abogacía en esos tiempos, lo que hace suponer que no la perseguía nadie, ni en el Sur ni en de la dictadura militar.

Una vez que la presidente cometió esa comparación, los miembros de su gobierno se sintieron comprometidos a asumirla como propia. Así, Gabriel Mariotto, el interventor del Comité Federal de Radiodifusión, explicó que “el secuestro del gol era un secuestro grave para la sociedad en tanto y en cuanto no pudiera verse el fútbol por televisión abierta”. Aunque admitió que la reproducción de la totalidad de los goles seguirá interdicta hasta los domingos después de las 10 de la noche, el funcionario consideró que “ya no hay un secuestro”.

En cualquier caso, ni la presidente, ni Mariotto, ni la AFA han terminado de aclarar de dónde saldrán los fondos (mínimo: 600 millones de pesos anuales durante una década) que el gobierno prometió a Julio Grondona, ni si en esa cifra se computa un perdón de las deudas de los clubes al erario público. Tampoco está claro para los clubes cómo se distribuirá el tesoro que aportará el gobierno.

Si bien el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, había jurado que el Estado “no pondrá una moneda” para el fútbol, la señora de Kirchner indicó esta semana que la financiación sería asegurada por la publicidad oficial. Como la pauta que maneja el gobierno central roza los 500 millones, no alcanza para pagar la cuenta del fútbol; se requeriría derivar también a ese fin parte de lo que invierten en propaganda entes que hasta ahora han gozado de autonomía en su gasto publicitario (como la AFIP). El gobierno, previsor, ya había iniciado desde la Secretaría de Medios un proceso de concentración. Las condiciones reales del convenio con la AFA seguirán, al menos por un tiempo, en tinieblas. Ahora el primer rédito que el gobierno quiere extraer de este episodio consiste en exhibir ante amigos y adversarios que le ha ganado una batalla “al monopolio”, es decir al Grupo Clarín. Néstor Kirchner aspira a que se registre que todavía tiene capacidad de daño: necesita, una vez más, cortar la fuga de sus propias tropas si es que debe capitanear, como prevé, una retirada en orden.

Es que, aunque algunos puedan observar este instante como un momento de contraofensiva oficialista, el propio Kirchner sabe que está batiéndose en situación de defensa, que su objetivo es conservar en esta situación fuerzas más o menos coordinadas y reservar recursos para momentos mejores si es que estos llegan (o para momentos peores, si estos se precipitan). El sabe bien que ha tenido que retroceder, que ya se vio forzado a entregar piezas importantes (Ricardo Jaime, por caso) y que el futuro no luce más prometedor. Su propia provincia, el búnker de Santa Cruz, se encuentra en problemas, con los ariscos petroleros en lucha, su gobernador enojado, la situación fiscal desbordada y una sombría y cercana derrota electoral a las espaldas.

Más alla de la fragilidad

La dispersión en las fuerzas de Kirchner (que todavía le permite, sin embargo, mayorías residuales en el Congreso) no encuentra enfrente una oposición estructurada. Aquella hegemonía se ha quebrado, pero lo que va quedando es un hueco, que a menudo decepciona a quienes imaginaban que la elección del 28 obraría como un remedio milagroso. Inclusive en diciembre, cuando el oficialismo pierda la ventaja que aún sostiene en las cámaras, el Ejecutivo verá más acotadas las libertades que hoy se permite, pero no por ello la nueva mayoría parlamentaria será una alternativa. En rigor, dado que el gobierno usa el diálogo político sólo para ganar un poco de tiempo mientras reordena su retroceso y no parece dispuesto a buscar acuerdos o a hacer concesiones a quienes ganaron en las urnas, lo que prometen los meses que restan hasta el año 2011 es un proceso de crecientes dificultades de gobernabilidad.

Es razonable que 2011 parezca un a meta muy lejana hasta para quienes pueden tener legítimas esperanzas en lo que en ese momento puedan determinar las urnas. Carlos Reutemann sorprendió a algunos esta semana cuando señaló, con mucha sensatez, que es muy temprano aún para que él pueda lanzar una candidatura, como tantos le requieren. El hecho de que haya mencionado, en cambio, a Eduardo Duhalde, fue una manera de puntualizar que para llegar a aquellas elecciones hay que caminar antes por un sendero lleno de acechanzas. Reutemann nombró a Duhalde, antes que como una opción a su propio nombre, porque pensó –y lo dijo expresamente- en "los momentos que vendrán, que se visualizan difíciles, de amplios consensos, de no ser tan cerrados en determinaciones". Que Reutemann no deja de lado sus aspiraciones lo prueba la enérgica actitud que adoptó frente a su seguidora, la senadora Roxana Latorre, de quien tomó gran distancia para diferenciarse de una conducta parlamentaria de ella que ayudó al oficialismo y fue duramente censurada por los sectores agrarios. El vínculo con el campo es una condición sine qua non para que Reutemann sea candidato. Pero es temprano para candidaturas del 2011, cuando lo que debe preocupar son los problemas del 2009: desde la pobreza a la inseguridad y, como telón de fondo, los riesgos de la gobernabilidad. El santafesino explicó así su alusión a Duhalde:
“Me dio la impresión por lo que lo escuché que (Duhalde) quiere hacer cuestiones muy similares al Pacto de la Moncloa, hacer un acuerdo entre todas las fuerzas políticas del país de un plan estratégico de 10 años. Me pareció una cosa bastante razonable.”


Lo razonable, parece señalar Reutemann, es mirar primero lo que está primero. En verdad, es lo que están haciendo distintas fuerzas del país, al costado de la discusión político-electoral. La Iglesia ha instalado con fuerza el tema de la pobreza como asunto prioritario de debate, algo que molesta al gobierno, que ve cuestionados su discurso y sus cifras no sólo por las evidencias de la realidad, sino también por voces cada vez más unánimes.

En Córdoba, con el impulso del empresariado y de la mayoría de las fuerzas políticas (no estuvo el oficialismo) se ha suscripto un programa de coincidencias bajo el nombre Acta de Compromiso por los derechos de los Cordobeses. Se trata de una agenda de acción pública que sus inspiradores piensan proponer a fuerzas de todo el país, en principio,a las de la Región Centro, que Córdoba integra junto con Santa Fé y Entre Ríos. Sus puntos principales (reforma del Consejo de la Magistratura, restablecimiento de la verdad estadística, disminución de las retenciones, eliminación del impuesto al cheque) no difieren de pronunciamientos como el de AEA (Asociación Empresaria Argentina) o la Mesa de Enlace agropecuaria. En la sociedad civil, en las organizaciones de la producción, en el terreno político y también en el sindical empiezan a tejerse consensos básicos, que serán indispensables para reconstruir lo que está deteriorado, para sacar al país del aislamiento y para apuntalarlo si la ingobernabilidad lo pone en peligro.

Hoy la oposición se ve frágil y la ventaja que mantiene el gobierno es engañosa y fugaz. Conviene mirar más allá y más acá de los espejismos.

agosto 21, 2009

¿VUELTA A FOJAS CERO?

El aparente renacimiento de un kirchnerismo victorioso en la cámara de Senadores preocupa a más de uno, como si la derrota electoral que los Kirchner sufrieron hace menos de dos meses ya hubiera sido absorbida y transformada en un jalón más hacia el éxito de su destructivo sistema de desorganización del país, lo que ellos a veces llaman su “modelo”. Lo más llamativo del triunfo, que contó además con la descarada traición de varios senadores a la voluntad de su electorado, es que sucede en el mismo momento en que la lucha interna dentro del PJ comienza a desplegarse sin máscaras ante la opinión pública. No es el destino de los Kirchner lo que está verdaderamente en juego, sino el destino del PJ. Los Kirchner y sus aliados y/o cómplices tratan de construir poder para impedir que el PJ sea lo que está destinado a ser (y que será, a pesar de la voluntad de los Kirchner y de sus maleficios judiciales): el partido que exprese las necesidades más auténticas de la Nación y el que siembre concordia y no división entre los argentinos.

La oposición no PJ se comporta más o menos correctamente, aún dentro de sus propias internas, pero pensar que el reaseguro de un presidente radical para el próximo turno es garantía de orden suficiente, es un error. Si el PJ, por falta de un accionar adecuado de los opositores internos a los Kirchner, quedara en manos de éstos, seguiríamos dentro de la misma democracia renga. Por lo tanto, el único aseguro es concentrar fuerzas para que los Kirchner salgan, además del Gobierno, del control y gobierno del PJ.

La oposición interna no social demócrata tiene un dilema allí, y es pasar por el estrecho desfiladero entre Kirchner y Duhalde, de modo de asegurar un partido que sea una verdadera opción al ya definido socialdemócrata radicalismo y una salida para la Argentina hacia la verdadera productividad, grandeza y justicia equitativa. Por ese desfiladero no se puede transitar sin una conducción unificada, de uno o más dirigentes y eso es lo que está faltando, en estos días de movimientos caóticos y a veces incomprensibles.

Hoy, la llave de la Argentina está en la organización inmediata de esa oposición interna dentro del PJ. Sin ella, los riesgos de permanecer en el mismo lugar y aún de retroceder, continúan siendo muy grandes. Hoy, el país entero mira a ese conjunto indiferenciado de peronistas, entre los que incluye a Kirchner, y se pregunta si traerán una vez más la desdicha o la solución. Hoy, entre los argentinos, hay tanto odio, bronca e impotencia como esperanza. Como los Kirchner han sido la desdicha, habrá que ver si existe algún peronista que se anime a encarnar la solución. Hoy, y no mañana.

agosto 20, 2009

AQUI ESTAN, ESTOS SON, LOS 38 SENADORES QUE TRAICIONARON LA NACIÓN

Publicada en:
La Política Online 20.08.2009 20:16:00
www.lapoliticaonline.com

La lista de los 38 senadores kirchneristas y aliados que prorrogaron por un año la facultad del Poder Ejecutivo de fijar retenciones, entre otras facultades delegadas.

José Pampuro (FpV)
Blanca Osuna (FpV) y Pedro Guastavino (FpV)
Silvia Gallegos (FpV) y Rubén Marín (FpV)
Fabián Ríos (FpV) e Isabel Viudes (Partido Nuevo de Corrientes)
Fabio Biancalani (FpV) y Elena Corregido (PJ)
José Mayans (FpV) y Adriana Bortolozzi (FpV)
Julio Miranda (FpV)
Ada Iturrez de Capellini (Frente Cívico y Social Santiago)
Daniel Pérsico (FpV)
Guillermo Jenefes (FpV) y Liliana Fellner (FpV)
Ada Maza (FpV) y Teresita Quintela (FpV)
Ramón Saadi (PJ)
Mariana Riofrio (FpV) y César Gioja (FpV)
Luis Viana (FpV) y Eduardo Torres (FpV)
Mónica Troadello (FpV) y María Perceval (FpV)
Silvia Giusti (FpV) y Marcelo Guinle (FpV)
Nanci Parrilli (FpV), Marcelo Fuentes (FpV) y Horacio Lores (Movimiento Popular Neuquino)
Miguel Pichetto (FpV) y María José Bongiorno (FpV)
Jorge Banicevich (FpV) y Nicolás Fernández (FpV)
Mario Collazo (Faupe), María Rosa Díaz (ARI) y José Martínez (ARI)
Eric Calcagno (FpV) y Daniel Filmus (FpV)
Ana Corradi

Ausentes

Roberto Urquía, Haydé Giri y Elida Vigo

COMUNICADO

(Declaraciones de Silva, hombre de Ramón Puerta en la Provincia de Buenos Aires, en el día de la fecha en la Universidad de Lomas de Zamora, en el marco de un Encuentro de la Juventud Universitaria Peronista de la corriente.)

RAMON PUERTA: la institucionalidad del Peronismo

Buenos Aires,18.-Frente a una de las crisis institucionales mas graves de los últimos tiempos, la ausencia de Partidos Políticos fuertes, organizados y vitales, hace mas critica la situación.
El radicalismo pareciera haber encontrado el camino hacia un nuevo protagonismo, mientras que el Peronismo aun se encuentra en pleno debate.
Y es allí donde cobra suma importancia la labor de Ramón Puerta: la apuesta por “un sistema institucional sólido
Con los sectores representativos donde los partidos políticos sean el corazón de una democracia plural y madura”
Y especialmentelos los hechos concretos realizados tendientes a lograr un “Peronismo que se reconstruya de abajo hacia arriba, con democracia interna, federalismo y territorialidad”, son apenas algunas de las ideas y acciones que convierten a Puerta en la garantía de un Peronismo moderno, inclusivo y solidario.
Las básicas demandas de los argentinos, especialmente los más postergados, no tienen más tiempo de espera: cada día el aumento de la pobreza y de la exclusión hacen imperativo la organización clara del mensaje y del plan del peronismo para reconstruir la Patria.
Y es por eso que se debe mostrar a la sociedad toda una dirigencia distinta y mejor, renovada pero con capacidad y gestión, para que los argentinos vuelvan a creer.
Hay un país que mira expectante y esperanzado y que busca las respuestas que hasta ahora no ha obtenido: entonces el Peronismo tiene la obligación de demostrar que posee la capacidad de mirar hacia adentro y de la autocrítica.
Unidad no es amontonamiento.
La Argentina necesita de un Peronismo para este tiempo, y el peronismo necesita de dirigentes con presente y con futuro:
Ramón Puerta es uno de ellos.

Mauricio Silva
U.Pe.Fe
Peronismo Federal

agosto 19, 2009

PERONISMO ONLINE

Es interesante comprobar que el peronismo ya está encaminado en el uso de nuevos lenguajes y que las andanzas de Duhalde por el mundo han comenzado a dar sus frutos (¡ojalá hubiera viajado antes de su 2001!). Vemos así en las páginas del Movimiento Productivo Argentino conducido por él
http://www.mpargentino.com.ar
una oferta de cursos, incluso a distancia, para formación de cuadros, conferencias y otras actividades.

Una página para visitar y recorrer, un ejemplo para las otras líneas que pugnan dentro del PJ y que carecen de espacios en la red, específicamente partidarios u organizados alrededor de un objetivo, donde los afiliados puedan remitirse para conocer opiniones y dirigentes. Ese saber quién es quién y quién está con quién, que sigue faltando y prestando a más de una confusión por falta de claros límites.

La página de Duhalde es clara y publica además, una larga lista de dirigentes en diversas funciones dentro del MPA. Esperemos que sigan otras, dentro de esta línea discreta, o dentro de la línea más arrojada, franca y participativa de www.cavallo.com.ar donde Domingo Cavallo dialoga uno a uno con sus lectores, en un increíble trabajo de contacto personal que no tiene antecedentes en nuestro medio político, y donde brinda, además, en forma periódica su visión del mundo económico global y argentino con explicaciones sencillas que todos pueden entender pero, también, con los fundamentos académicos que un profesor de Harvard no olvida jamás incluir.

COMUNICADO

SI EVITA VIVIERA, LES DIRÍA QUE SE FUERAN

El viernes 21 de agosto, a las 18.30 horas, el Movimiento Político Sindical Azul y Blanco inaugura formalmente su sede porteña en Hipólito Yrigoyen 2768 con un acto en el que hablará su líder y conductor, Luis Barrionuevo.

Quienes integramos el Movimiento Político Sindical Azul y Blanco en la Ciudad de Buenos Aires, desde esa sede vamos a proyectar nuestra voluntad militante a todos los barrios porteños con el objetivo de que los peronistas recuperemos el Partido Justicialista de nuestro distrito, desalojando de sus cargos de conducción a quienes los usurparon y usurpan y desde donde lo vaciaron de doctrina, de política y actividad para convertirlo en instrumento de sus mezquinas ambiciones personales.

A Alberto Fernández, a Néstor Kirchner y a todos los personeros que a cambio de unas sonrisa un banquete y unas monedas entregaron al peronismo a estos impostores, si Evita viviera les diría que se fueran y como la Abanderada de los Humildes vive en nuestros corazones peronistas, somos nosotros los que les decimos que se vayan y si no lo hacen vamos a echarlos, junto con todos los verdaderos peronistas porteños.
El resultado de las elecciones del pasado 28 de junio probó que el peronismo sigue siendo la identidad política de la mayoría de los argentinos y desde esa convicción queremos aportar a construir un nuevo bloque histórico que articule las fuerzas políticas, sociales y culturales que permitan afrontar la crisis que nos golpea y que tiende a agravarse por la ineptitud del actual régimen hegemónico.

Con este acto, desde el Movimiento Peronista Político Sindical “Azul y Blanco” nos proponemos responder a la convocatoria que el general Perón nos hizo hace más de 30 años, cuando nos decía que "los peronistas debemos retomar la conducción de nuestro movimiento y de nuestro Partido” y aseguraba que "los que ingenuamente piensan que pueden copar nuestro movimiento o tomar el poder que el pueblo ha reconquistado, se equivocan".

El Movimiento Peronista Político Sindical “Azul y Blanco” invita a las compañeras y compañeros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires leales al pensamiento y el ejemplo que nos legaron Juan y Eva Perón, a unirnos para expresar al peronismo que reconoce como su columna vertebral a los trabajadores y que busca que capital y trabajo contribuyan a hacer una Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.

MOVIMIENTO PERONISTA POLITICO SINDICAL AZUL Y BLANCO

LAS SILLAS MUSICALES

Dentro del consenso general de que los Kirchner están en caída libre, tanto en el control del gobierno como del PJ, y descontando que a último minuto no sean capaces, los muy audaces, de hacer lo lógico para salvarse, o sea, abrir el paracaídas de tres o cuatro medidas sensatas que el país reclama para seguir viviendo, todos los días hay novedades en el juego de las sillas en que se ha convertido la política. Ya no el habitual minué, sino una alocada melodía con terminación fija, lleva ahora a los aspirantes a vistosas piruetas y empujones. Carrió se va a hacer carrera a la provincia y ahora Reutemann declara que el mejor candidato del PJ para el 2001 es Duhalde. Nadie discute políticas; sólo los movimientos de los demás alrededor de Cobos y la quizá inminente vacancia de la silla presidencial. ¡Que mejor se queden los Kirchner!¡Que se siente Cobos ya! No hay que explicar mucho más acerca de esta infantil y deplorable vorágine especulativa: hoy el mejor es Duhalde, dentro de un par de días, según, el mejor volverá a ser Reutemann, y luego otro, hasta que la melodía se acabe y, con ella, el juego.

La realidad, esa persistente e insobornable verdad, continúa, sin embargo, recordando que el mejor candidato del PJ, del gobierno, del Radicalismo o de la transición es aquel que sea capaz, más que de jugar y especular con la suerte del propio destino político, de usar su influencia, lo que tenga de poder y prestigio, y el absoluto total de su inteligencia, en liderar al siempre despreciado pueblo argentino, ávido de cuidado y amor, y bastante harto de la viveza ejercida en su perjuicio.

Ese liderazgo continúa vacante, y es el único que importa, ya que es el que garantizará que se pueda hacer lo justo. No surgirá de la boca ni el dedo de ningún dirigente, sino de la más pura selección democrática, por parte del pueblo, del que mejor exprese su sentir y pensar.

agosto 16, 2009

OPINIÓN

En el sitio de la Fundación Atlas, www.atlas.org.ar una excelente nota de Gustavo Lazzari, con una propuesta original que va muy en línea con las técnicas que el justicialismo moderno debe incorporar para poder cumplir con sus objetivos de siempre. Más participación civil, más uso del Estado como controlador y no como subsidiador, mayor eficiencia y menor corrupción: las nuevas metas de organización comunitaria para volver a elevar a los ciudadanos sumergidos.

La pobreza según Cristina

Comentarios y propuesta alternativa


Por Gustavo Lazzari
http://www.atlas.org.ar/articulos/articulos.asp?Id=12732

El gobierno anunció por cadena nacional el Viernes 14 de Agosto de 2009 el Plan Ingreso Social con Trabajo.

Dicho plan consiste en la formación de cooperativas de trabajo para realizar obras públicas (intensivas en mano de obra), monitoreadas en su transparencia por universidades y coordinadas con organizaciones sociales e intendencias. El plan tiene características muy positivas tales como

* Considera al “trabajo como el mejor antítodo contra la pobreza” (textual Cristina Fernández)
* el otorgamiento de una tarjeta electrónica para el cobro en entidades crediticias a efectos de para las posibilidades de clientelismo
* Monitoreo profesional de universidades prestigiosas (aunque debería abrir el espectro a que puedan participar todas las universidades y no una sola, la UTN)
El plan prevé la creación de 100.000 puestos de trabajo con una inversión por parte del Estado Nacional del orden de los 1.500 millones.

Es aplaudible escuchar de parte de la Presidenta que “el trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza”, ratificado párrafos mas tarde cuando sostiene que “creemos que el trabajo es el objeto esencial para sacar a la gente de la pobreza”.

Sin embargo, dicha aseveración es abiertamente contradictoria con el núcleo del discurso. Textualmente la Presidenta dijo: “porque yo digo que el problema en la Argentina no es la pobreza, digo que el problema en la Argentina es la inequidad social, cómo se distribuye”...

“ Entonces creo que en Argentina hay pobres, pero el problema no es la pobreza, el problema es la inequidad social y la distribución del ingreso.”

“No es casualidad ver el nivel (de inequidad) de Canadá, Suecia , Noruega es la brecha mas chica entre ricos y pobres. Y ahí, en la inequidad social, está la verdadera raíz y la verdadera fábrica de pobres, en la inequidad social” (Aplausos).

La inequidad social es una consecuencia no una causa de pobreza.

La pobreza tiene tres causas inmediatas. (Otras tantas y muchas mediatas).

1. La gente no trabaja (voluntaria o involuntariamente)
2. O trabaja mucho y no produce.
3. y/o no vale lo que produce.


En el primer caso, tenemos un problema en el mercado laboral. Si la gente no consigue trabajo es porque el mercado de trabajo tiene trabas, impuestos, regulaciones y penalizaciones que hacen del contrato de trabajo un contrato mas difícil de realizar que un matrimonio. El propio Gobierno intenta crear 100.000 empleos “en negro” sin impuestos al trabajo, dado que crea la figura de “monotributistas sociales”.

En el segundo caso tenemos un problema de productividad laboral (falta de educación e instrucción, es decir inversión en capital humano) y en el tercero tenemos un problema de productividad y eficiencia de la economía. (la gente trabaja en labores económicamente ineficiente).


Inflación como causa de inequidad social

La presidenta Cristina cita los casos de Noruega, Suecia y Canadá.

Efectivamente Canadá y Suecia tienen coeficientes de Gini (medida que indica el grado de desigualdad en los ingresos) de 32 y 23 respectivamente. Niveles que revelan el reducido nivel de desigualdad. (El coeficiente de Gini marca que 0 es la plena igualdad y 1 la total desigualdad). En cambio Argentina (49), Bolivia (59), Brasil (56), Chile (54), Colombia (53), México (50) revelan una fuerte desigualdad en los países de la región.

Dos son las causas principales que determinan la distribución del ingreso.

1. La calidad en la prestación de bienes públicos por parte del estado y el sector privado. ¿Cómo es el acceso que tienen los pobres a la educación, salud, seguridad, servicios básicos de agua, comunicaciones, electricidad, etc?. La calidad en la gestión estatal y el grado de competitividad privado en los países citados por la presidenta son incomparablemente mayores al de nuestro país en toda su historia.

2. La tasa de inflación. La inflación es un impuesto al pobre. Es el pobre quien no se puede defender ante el aumento incesante de los precios. Todos los días debe ir al mercado a comprar lo que necesita pagando de pleno el impuesto inflacionario. No puede ahorrar, no puede dolarizar sus ingresos, no puede evadir el impuesto mas criminal de todos. Desde 1970 Argentina solo tuvo 8 años con tasas de inflación menor al 10% anual. En el medio tuvo 16 años con inflaciones superiores al 100% y dos hiperinflaciones galopantes. Varias maxidevaluaciones y cientos de tarifazos “correctivos de errores anteriores”. Los pobres sufrieron toda la voracidad estatal en su máxima expresión.


Propuesta 1 alternativa para atender a los personas en situación de extrema vulnerabilidad.

1) Creación de un Régimen de Trabajo (optativo) para excluidos profundos

1. Sin perjuicio de la legislación laboral vigente se creará un régimen de trabajo desregulado optativo para desocupados, primer empleo, excluidos profundos durante dos años.
2. Dicho régimen implica cero impuestos al trabajo y mecanismos de movilidad laboral y régimen de despido abierto por el plazo de los dos primeros años. Régimen similar al monotributo de cuota única para Obra Social.
3. El régimen es optativo para los nuevos trabajadores y no prorrogable.
4. Actuará como capacitador laboral en los estratos de mayor vulnerabilidad
5. Dicho régimen no requiere fondos públicos.
6. Será válido para empresas, cooperativas, asociaciones civiles y particulares que deseen y necesiten contratar trabajadores.


2) Sistema de Tutelaje Solidario (STS)

Es un programa piloto Mediante el cual, una familia decide aportar en forma directa parte de su declaración (anticipada) de ganancias al sostenimiento de otra familia en condición de extrema pobreza.

Es una suerte de “mecenazgo” pero enfocado a condiciones de extrema pobreza y deducible de impuestos.

1. Funcionamiento: La familia donante se presentará ante AFIP para obtener un bono de reconocimiento el cual es completado con aportes mensuales. Dicho bono, por ley, será considerado a cuenta del impuesto a las ganancias. El depósito será realizado en un fideicomiso quien en forma automática traslada dicho importe a la cuenta de un beneficiario. El donante puede o no, elegir al beneficiario.
2. El contrato es anual. Por ley, los costos de operación bancaria deberán ser cero. El estado mantendrá el registro de donantes y el registro de beneficiarios al día. Lo importante es el principio un donante para un beneficiario. De esta manera los fondos serán suficientes para atender a parte de la población necesitada en forma concreta. El sistema es 100% voluntario y privado. El control será estatal.


Con estas dos propuestas consistentes y complementarias se genera tanto los incentivos para crear trabajo (“antídoto número uno”) y se fortalece el lazo solidario existente en la sociedad a través de un reconocimiento fiscal al mismo.

Comentarios Finales

La presidenta busca la causa de la pobreza apuntando a los “ricos” y chicaneando a los medios. La pobreza no tiene causas. La pobreza es la obviedad. Lo que tenemos que buscar es la causa de la riqueza. Lo que importa es saber cuales son las instituciones y qué puede hacer el estado para que la gente cree su propia prosperidad.

Mientras los pobres tengan que pagar mas del 30% en impuestos al consumo, mientras el trabajo esté gravado con otro 40%, mientras el cuentapropismo esté ametrallado con regulaciones y permisos y mientras el resto de la economía sea improductiva debido a los subsidios, impuestos, aranceles y prohibiciones la riqueza será muy difícil de producir y la pobreza será una realidad inmodificable. Todos los planes de gobierno serán inútiles en tal contexto.

agosto 15, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

El relato del adiós
por Jorge Raventos

A menudo el peligro estimula la lucidez. A mediados de la última semana, los sensores que todavía funcionan en el gobierno K transmitieron señales de alarma: había síntomas de enorme irritación y rebeldía que recorrían varias provincias y también toda la región metropolitana, de la periferia al centro, y presagiaban la posibilidad de una extendida ola de protesta (con cacerolas y movilizaciones) contra la mezcla de tarifazo e impuestazo descargada sobre la sociedad con las boletas de luz y gas. De inmediato la cúpula oficialista giró en redondo y decidió anular temporariamente los aumentos que hasta cinco minutos antes defendía con ardor. El ministro Julio De Vido, que ejercía su elocuencia para ningunear los reclamos (“Tenemos siete millones de usuarios y sólo 1500 quejas”, dec ía) quizás evocando un eficaz retruécano de Groucho Marx (“Estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros”), dio marcha atrás en su argumentación, acompañado en la retirada por el locuaz jefe de gabinete, Aníbal Fernández, que una semana antes había dado verbalmente por derrotada a la gripe A justo en el instante en que las cifras de decesos por ese mal se duplicaban. La precipitación del retroceso, que dejó mal parado inclusive al ministro de Economía (todavía defendía los aumentos a la hora en que De Vido los estaba suspendiendo), fue comparable a la improvisación con que se decidieron los incrementos y su alcance. Ahora, empapados por el susto ante la reacción ciudadana, los funcionarios aplican el viejo lema oficialista (“la culpa la tiene el otro”) y responsabilizan a las empresas de energía por el descontento generado. En rigor, el gobierno cosecha lo que sembró: el festival de subsidios de los últimos seis años ha generado el deterioro del stock energético del país y ha condicionado en buena medida la vulnerabilidad fiscal, que ya no puede sostener esas erogaciones. El tarifazo-impuestazo quiso descargar sobre el bolsillo hoy encogido de los usuarios , sin anestesia y en una sola dosis, la totalidad del atraso de precios que provocó la estéril demagogia oficialista. El zafarrancho exhibido en este episodio, tanto de ida como de vuelta, no muestra únicamente irresponsabilidad e ineficacia de gestión, sino también la fragilidad del gobierno después de su caída electoral y de las derrotas que viene sufriendo desde su guerraperdida con el campo. La Casa Rosada no pudo sostener una decisión en la que empeñó a sus ministros más influyentes y su repliegue se hace a costa de un balance fiscal cada día más desequilibrado.

Es preciso comprender lo siguiente: el gobierno retrocedió en este caso, pero no parece decidido a huir de todas las batallas. Más bien por el contrario, en muchas hace esfuerzos significativos por involucrarse. ¿Ignora acaso que sus fuerzas son muy limitadas y se han reducido marcadamente en los últimos tiempos? No sólo no lo ignora, sino que sospecha que esa debilidad puede abreviarle dramáticamente los tiempos. Lo que parece guiar sus pasos es la voluntad de forjar las bases de “un relato”, para emplear un término caro a la señora de Kirchner, que justifique las adversidades de los capítulos finales. Ese “relato”, en el deseo de la familia presidencial, es el de su victimización: debe mostrar a un gobierno jaqueado por fuerzas malvadas y hostiles (“los ricos egoístas”, el “frente agro-mediático”, “la derecha”) que lo castigan por su “compromiso con los pobres”, por su lucha “contra los monopolios”, por su deseo de que “los argentinos vean el fútbol gratuitamente” y que hasta planean, quizás, un fusilamiento como el de Manuel Dorrego, así sea “un fusilamiento mediático”.

Con la conciencia plena de que -una vez caída la ventaja parlamentaria relativa que aún mantienen y ya segadas las fuentes que alimentaron la caja y, con ella, su control sobre jefaturas territoriales que ya no los respetan – el año 2011 está demasiado lejos, los Kirchner parecen estar preparando su retirada. La conciben, claro, como una retirada táctica (con la idea, por alocada que parezca, de intentar un retorno cuando quienes los sucedan deban enfrentar el berenjenal que dejarán en herencia). Por eso, si hay batallas que son funcionales a ese objetivo, la del tarifazo no lo era: nada los aterraría más que ver perturbada su narración de inspiración romántico-populista por la irrupción de multitudes que blanden sus cacerolas ante la Casa Rosada para reclamar por un aumento de tarifas suscripto por el gobierno. Esa batalla hay que evitarla, posponerla. Hay que ganar tiempo mientras se despliega en otros escenarios el relato “positivo”: por ejemplo, la lucha “por el trabajo” y las guerras “contra el monopolio” y contra “los ricos”. Veamos.

¿Haz lo que yo hago?

El viernes 14 la señora de Kirchner anunció extensamente un plan para crear –dijo- unos 100.000 puestos de trabajoen el Gran Buenos Aires: promete dedicar a ese objetivo 1500 millones de pesos. La finalidad parece indudablemente positiva: ¿no es inobjetable acaso procurar la creación de empleo? Se puede decir que no es mucho lo que se busca, habida cuenta de que el conurbano bonaerense (particularmente en los cordones más excéntricos) la pobreza alcanza casi al 50 por ciento y que, en general, en el último año se perdieron 400.000 puestos de trabajo formales.

La cifra que la presidente prometió es importante, pero es obvio que el tema no es única ni principalmente la magnitud de los fondos que se asignan, sino el criterio y la visión con que se emplean y los factores que lo condicionan. La propia señora de Kirchner dio elementos para entender este punto. Argumentando sobre el esfuerzo que el gobierno se adjudica en la “lucha contra la pobreza”, la dama confesó que desde 2003 hasta ahora el presupuesto que administra su cuñada Alicia “ha crecido en más del 800%" y pasó de 1.083 millones de pesos a 10.200 millones de pesos. Al mismo tiempo, junto con ese florecimiento presupuestario, vemos hoy que la pobreza ha crecido y constituye ese “escándalo” que señaló el Papa.

La señora de Kirchner no quiere ahora discutir si el índice de pobreza “ es 15, 20 o 30” porque, según ella “el conteo de pobres es una falta de respeto hacia los sectores más vulnerables”. Sin embargo, no está de más hacerlo para calcular la eficiencia con la que se han utilizado semejantes montos de recursos sociales que ella no tiene objeción alguna en contar. Es curioso: cuando las papas queman (y en materia de cifras, a la luz de la mentira estadística del INDEC, no sólo queman, sino que incineran) el gobierno prefiere considerar dañino discutir los números. Ocurrió también en relación con el tema de los desaparecidos cuando la señora Graciela Fernández Meijide puntualizó que la única cifra verificada es la que dio en su momento la CONADEP (algo más de 8.000), no la de 30.000 que emplean habitualmente el gobierno y la señora Hebe de Bonafini: tanto Néstor Kirchner como Eduardo Luis Duhalde, el secretario de Derechos Humanos, alegan en ese caso que pretender un registro preciso es ofensivo.

En cualquier caso, en materia de pobreza, el gobierno K aspira a que se le dé crédito. En verdad, el fracaso de los más de 10.000 millones que maneja la señora Alicia Kirchner, más allá de la eficiencia o ineficiencia de su gestión, está vinculado al hecho de que el gobierno pretende tapar con parches de ayuda estatal el desastre que produce con su política. No hay método consistente de lucha contra la pobreza que pueda sostenerse en un país en el que el gobierno decide combatir a los sectores productivos más competitivos –sobre los que pueden asentarse extensas cadenas de valor que se apoyen en esas ventajas competitivas de origen y que ofrezcan empleos bien remunerados – y destruye la confianza de los inversores propios y ajenos con conductas caprichosas y con la práctica sistemática de la quiebra de contratos. Esa política crea pobres.

Más allá de ello, el discurso presidencial y la comparación con la práctica del matrimonio K los males clásicos del doble mensaje. “El trabajo es el mejor antídoto contra la pobreza”, recita la señora de Kirchner con tono edificante. La realidad muestra hechos diferentes: son millones las personas que trabajan y no logran trasponer la línea de la pobreza. En cambio, los Kirchner, aparentemente sin ocuparse de sus propios intereses, han conseguido en un año triplicar su patrimonio declarado, llevándolo a casi 50 millones de pesos (lo que, de paso, los coloca por mérito propio en el listado de esos “ricos” que denuncian en sus discursos). A la luz de esos hechos, ¿es creíble su consejo sobre el trabajo como antídoto de la miseria personal?

En verdad, lo fundamental de estos discursos es menos la coherencia interna que su aspìración de ser insumos de ese relato con que los Kirchner aspiran a narrar su despedida y, eventualmente, su futuro retorno.

La pelota no dobla

La intervención del gobierno K en el conflicto entre los clubes de la AFA y la empresa que hasta ahora se ocupaba de televisar los partidos de fútbol es un episodio lateral, pero no por ello menos importante, en la operación de retirada táctica pensada por Néstor Kirchner.

El telón de fondo de este operativo es genuinamente futbolístico: salvo un puñado de excepciones, los clubes de fútbol están financieramente desquiciados. En gran medida por desastres y desmanes administrativos de sus conducciones, que han sido tolerados o apañados por la AFA. Las dificultades se agravarán en el futuro próximo: la Federación Internacional (la FIFA) quiere limitar el comercio de jugadores y la asociación europea (la UEFA), con Michel Platini a la cabeza, pretende poner límite a lo que se paga por ( y a) los jugadores. De cada 10 pesos de ingresos de los clubes, casi 6 provienen hoy de la venta de jugadores, de modo que las reformas en marcha van a representar una poda notable a sus recursos. Don Julio Grondona , previsor, salió a buscar fondos de otro origen y consideró en primer término que debían salir de la televisión. Sus socios de Torneos y Competencias (ligados al grupo Clarín y a empresas de Estados Unidos) respondieron que los números no daban para incrementar la tajada de la AFA. Las necesidades del fútbol se convirtieron en una oportunidad para el gobierno: Grondona podría encontrar en el Estado una nueva ubre para ordeñar y el oficialismo podría mostrar que todavía tiene capacidad de retaliación, y que podría dañar al Grupo Clarín. De paso, controlar el manejo futuro del fútbol podría ser una carta interesante para ciertos amigos del poder que hace algunos meses quisieron comprar un canal de primera línea y fracasaron en el intento. Si ahora pudieran aportar la televisación de una porción importante de la programación futbolística, ¿podrían quizás encontrar una respuesta más comprensiva?

La pelea por “el fútbol gratis para todos” y “contra el monopolio” son capítulos (o si se quiere, extensas notas al pie) del relato de retirada que escriben con paciencia los Kirchner, mientras la dura realidad los acecha y mientras la oposición se sigue comiendo amagues.

DESPUES DE LA DERROTA ELECTORAL

por Claudio Chaves

Vencida la revolución de 1890 (cuando un sector de la política porteña se alzó en armas contra el gobierno de Juárez Celman) el Senador por Córdoba Manuel Pizarro, poco antes de renunciar, afirmó sobre aquellos acontecimientos: “La revolución está vencida, pero el gobierno está muerto”. Aquel Senador expresaba luminosamente lo que la inmensa mayoría de los políticos sospechaban y no hallaban palabras para explicar.
Luego de las elecciones del 28 de junio la anécdota motiva fuertemente y obliga a reflexionar en similares términos para comprender, quizás más acabadamente, lo ocurrido desde aquella fecha hasta hoy. Podríamos sintetizarlo, entonces, del siguiente modo: “Kirchner está vencido, pero la oposición está muerta”.

EL DIALOGO Y EL DEBATE EN DIPUTADOS

En el mundo de la política y del periodismo se instaló, erróneamente, la idea que el diálogo perseguía el objetivo de ganar tiempo.
¿Ganar tiempo para qué? ¿Acaso el tiempo que pasa juega a favor de Kirchner? ¿Por qué debiera ser así?
Que sepamos el transcurrir del tiempo corre en contra del gobierno. Tan es así que cuanto más velozmente lleguemos a diciembre más velozmente se debilita el gobierno nacional. Entonces, ¿ganar tiempo mientras pasa, beneficia a Kirchner? De ninguna manera.
¡Kirchner no gana tiempo y mejora su posición, si el tiempo pasa!
Entonces, el diálogo ¿para qué? ¿Cuál ha sido la razón?
Confundir al “enemigo” y demostrar a sus seguidores, cada día más dubitativos, que sigue teniendo la iniciativa. Que continúa marcando el territorio del combate y que ante esas circunstancias no vale la pena dispersarse a campo traviesa. Reagrupó a sus raleadas fuerzas y les ha demostrado que la oposición no es seria. Es ingenua. No tiene voluntad de mando. No tiene hambre de poder. Está muerta.

Otro grave error de la oposición, embriagada por los aromas narcotizantes del diálogo trucho, ha sido participar del debate por las facultades delegadas y las retenciones. ¿No sabían, acaso, que no contaban con el número de Diputados suficientes para salir airosos en la votación? Si no se iba a ganar ¿para que concurrir? ¿Acaso para promover un debate que por la razón y las ideas ya no se define?

Mucha ingenuidad y torpeza. Debieron producir un vacío en la Cámara y dejarlos en soledad para que aprueben, como de hecho se hizo, lo que no se condice con la realidad electoral y el estado de ánimo de las mayorías populares. Y dejar en evidencia el atropello a la voluntad popular, expresada el 28 de junio, de la bancada gubernamental y del progresismo.
Pero no. Participaron. Sin voluntad, ¡claro!
Hubo Diputados que directamente no concurrieron. Ausencias que podrían estar significando el desconcierto de los triunfadores del 28 de junio.

El diálogo está muerto. Lo sepultó Kirchner: “el diálogo no significa ni conceder ni ponerse de rodillas” Según las categorías mentales del ex presidente. Y lo sepulta justo con tres importantes logros: El diálogo trucho, la votación en Diputados y la estatización televisiva del fútbol.

El radicalismo, felizmente ha reaccionado y su comité federal ha denunciado al diálogo como una maniobra perversa. Y Reuteman no ha concurrido. No todo está perdido. De Narváez anticipa que el diálogo está moribundo. ¡En hora buena!

LOS ERRORES DE LA OPOSICIÓN

¿Cuales han sido los argumentos de la oposición para concurrir al diálogo? Básicamente ofrecer al pueblo argentino una opción política diametralmente opuesta a la del gobierno nacional. Al maltrato, buenos modales. A las decisiones herméticas, la participación política. Al conflicto y la confrontación, la seducción y la armonía. Al poder concentrado en el Ejecutivo, la actividad del Legislativo.

Este contrapunto para el kirchnerismo es anodino. Baladí. Es una discusión formal y no de fondo. Al fin y al cabo un debate superficial. Lo que se debe discutir es el modelo, afirman.

¿Será como aseveran los gubernamentales, un debate formal? Veamos.

El gobierno está convencido que ha venido a la política a redimir a los sumergidos. A instalar la idea de la justicia universal y concluir con la inequidad del sistema capitalista. Apelan a la historia y se autovinculan con aquellas corrientes políticas que en su relato imaginario están asociadas al pueblo y a la lucha por la justicia. Es un juego de la memoria que choca brutalmente con la ciencia histórica.

Manejan categorías de otro tempo. Están ubicados por fuera de la realidad. Afirman, convencidos, que la oposición lo que busca es la destitución de este gobierno. Y ponen como ejemplos los golpes de Estado del 30’, del 55’ y del 76’. Sin percibir que la derrota de aquellos gobiernos fue ocasionada por la fuerza brutal de las minorías en un clima de constante cuestionamiento a la democracia. Mientras que la derrota de Kirchner se ha dado en el marco de la democracia, por la voluntad soberana del pueblo. Es decir no guardan ninguna vinculación con la caída de Yrigoyen y Perón.

¿Que tienen que ver los tiempos de violencia política con los períodos donde reinan las instituciones democráticas?

Se autodenominan peronistas y se victimizan junto al peronismo del exilio, que no existe más, ni siquiera como recuerdo histórico que merezca memorarse. Puesto que el peronismo tuvo, luego, importantes victorias. Revalidando definitivamente sus títulos.
No asimilan que Perón ganó todas las elecciones a las que se presentó él, o sus representantes.
Un año antes del golpe del 55’ para las elecciones de Vicepresidente de 1954, Tessaire, representante de Perón, ganó con el 62,5% de los votos frente a la fórmula radical de Crisólogo Larralde que sacó el 32,5% de los votos. Luego vino el golpe. Frente al clima destituyente de la oposición política y empresaria, Perón sacaba más votos. Ganaba mayores sectores sociales. Kirchner los pierde.
Perón era popular, Kirchner no. Perón sumaba. Kirchner resta.

¿Si el gobierno es la expresión de los humildes, de los desamparados, de los pobres y de la clase obrera, según afirman, porqué sólo tienen el 30% de los votos?

Sin embargo, Kirchner insiste y no renuncia a verse como un gran revolucionario. Heredero de las grandes gestas populares. Está convencido que forma parte de la gran epopeya de la redención popular. La formidable odisea de los humildes, de los postergados de la patria en su marcha al Olimpo. Su mente se encuentra atosigada de historicidad trapera. Forma parte de una generación que no leyó pero que tuvo algún vínculo con el pensamiento a través de panfletos ligeros y oralidad seca y rupestre de “cumpas” comprometidos con las “ideas”. Sin embargo y a pesar de los esfuerzos del modelo de acumulación con redistribución no han mejorado los guarismos sociales de 1998, es decir de lo peor del neoliberalismo aborrecido.
A Kirchner le ocurre lo que al Quijote de la Mancha quien de tanto leer libros de caballería se “le vino a secar el cerebro” Al sureño de tanto amigo “revolucionario” ha venido a perder la noción de la realidad. Que el siglo XXI nada tiene que ver con los años de la Guerra Fría en la cual su generación se formó.

Mientras la oposición comprende la política acorde a los tiempos que corren, en el marco de las instituciones democráticas y en el juego libre de las leyes y la Constitución. El Gobierno entiende que forma parte de un proceso revolucionario convalidado por una línea histórica que se desenvuelve desde un pasado ominoso plagado de injusticias, con pequeños recreos de solaz, hacia un final a toda orquesta donde reine la justicia y la igualdad. Ellos conformarían una estación intermedia en ese devenir inexorable de un destino inapelable. Y si hay que pagar por tanto sacrificio en defensa de todos y de ese destino trágico, será, entonces, bienvenido el martirio. El final heroico. La ofrenda brindada a los Dioses tutelares de la Historia no sería en vano. Hegelianismo berreta. De café suburbano.

Oposición y gobierno dos mundos diferentes donde no hay punto de encuentro. Por eso no tienen razón los gubernamentales las formas hacen invariablemente al fondo.

Unos van al diálogo porque creen en él y otros lo inventan para vencer sin dialogar. Finalmente la oposición deberá comprender a quién se está enfrentando.

Las legales maniobras del arco opositor para llegar al poder y desplazar al actual gobierno, en el marco de las instituciones, son observadas como destituyentes. Que es como denunciar a un equipo de fútbol porque hace goles para ganar. Un disparate semejante no merece más comentarios. La oposición no puede alcanzar el poder negando que lo ambiciona. Son las reglas del juego democrático.

EL GIRO A LA TRANSVERSALIDAD

Inmediatamente de la derrota electoral la Presidenta tomó nota de los votos de Pino Solanas. Hizo mención a ellos con cierta envidia por la labor no realizada y no habló más. Su marido renunció al P.J. y participó de una ronda de intelectuales reunidos en el banco de una Plaza y criticó al peronismo de la Provincia de Buenos Aires.

En estos días volvió a aparecer del brazo de Hebe de Bonafini y anticipó que hay que predicar más. Del brazo de esa señora uno se imagina cual será la dialéctica pedagógica del gobierno. El peronismo debe entender que ya es hora de romper con Kirchner. Nada tenemos que ver con estas asociaciones que arrastran la tradición del viejo antiperonismo. ¿O no han sido los grupos terroristas los que enfrentaron a Perón y promovieron la caída del Gobierno de Isabel?

Naturalmente, esto dicho, no significa la justificación de los crímenes contrarrevolucionarios. Pero Perón murió con el orgullo de lucir su uniforme de General. Y esto algún significado los peronistas debemos darle.
En el día de ayer anunciaron un plan para cooperativas de trabajo por nueve mil millones de pesos. Esto es, dinero para los grupos piqueteros a los que hay que fortalecer parta crear de aquí al 2011 un partido que exprese la transversalidad. El voto en Diputados anticipa la nueva alianza.

Seguramente la cita en la justicia del piquetero D’Elía es para sobreseerlo antes de que sea tarde y desmalezar el terreno de futuras complicaciones. Para ello Carta Abierta ya a anticipado que el odio a los ricos y a la oligarquía no es un delito y por si quedaban dudas la Presidenta en su alocución de ayer fomentando el enfrentamiento entre ricos y pobres se pone en la ruta de la nueva aventura que lamentablemente no puede terminar festivamente.

agosto 11, 2009

LA GALAXIA JUSTICIALISTA

La transición y los que vienen: Carlos Reutemann, Alberto Rodríguez Sáa, José Manuel de la Sota, Mauricio Macri, Domingo Cavallo, Felipe Solá, Ramón Puerta, Juan Carlos Romero y muchos más.

En el programa de Mariano Grondona del domingo 9 de agosto, un contemporizador Alberto Rodríguez Sáa, antes que atacar el diálogo presidencial, prefirió el atajo de usarlo para marcar, ya no a los Kirchner, sino a Eduardo Duhalde y su autoritario dedo, y dejar asentada la idea de que el PJ precisa comenzar ya elecciones primarias en cada provincia, hasta ir recuperando el movimiento democrático y extenderlo al PJ nacional. Es una idea, práctica y concreta, acerca de cómo reconstruir el partido y tener un armado que permita alianzas posteriores con los partidos liberales y conservadores hermanos.

Otra idea, igualmente notable, es la de Ramón Puerta, que prefiere construir en paralelo al PJ un espacio peronista-liberal, sin confiar mucho en que el aún vigente aparato kirchnerista permita operar de entrada dentro del PJ.

Como sea que finalmente se den las cosas, lo cierto es que los planetas han vuelto a girar dentro de la galaxia justicialista con una cierta armonía cósmica que incluye, además de los despotenciados Kirchner, Scioli y gobernadores anexos, a un resucitado Eduardo Duhalde en lo que probablemente será su última explosión política antes de ser absorbido en la negrura cósmica donde van a dar, siempre, las estrellas extinguidas. Con todos ellos hay que competir, y son sus viejas e ineficaces ideas las que hay que derrotar.

Las voces de la antigua pero vital galaxia peronista-liberal han comenzado por fin a afinar en conjunto. Existe una interpretación colectiva de la economía que sólo choca con el duhaldo-kirchnerismo, y existe también una interpretación colectiva de la necesidad de reinsertar correctamente a la Argentina en el continente y en el mundo. Hay menos temor a reivindicar la década de los 90 y las figuras centrales de Carlos Menem (el ya histórico presidente) y de Domingo Cavallo como los modernizadores de la Argentina. Vuelve a despertar el orgullo por el rol siempre revolucionario del peronismo que hoy debe hacer aún más y mejor, continuando su tradición y superándola. Se afirma la idea de un frente electoral en el cual el peronismo, el PRO y otros partidos menores compitan con sus candidatos en internas abiertas. Estas posiciones, expresadas por un vasto conjunto de dirigentes, constituyen ya un muy definido espacio político. Un espacio donde también existen los solos, esas tonalidades únicas que cada dirigente, presidenciable o no, aporta al conjunto y que los diferencian ante el pueblo, brindándole a éste un espectro amplio de personalidades y experiencias.

No hace falta más para dar por comenzado el proceso de reorganización final del justicialismo. El resto es logística.

agosto 08, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Las cifras del escándalo
por Jorge Raventos

Fuimos
empapelando el mundo
con números y nombres,
pero
las cosas existían,
se fugaban
del número,
enloquecían en sus cantidades,
se evaporaban
dejando
su olor o su recuerdo
y quedaban los números vacíos.

Pablo Neruda, Oda a los números

Tensando su oratoria entre la ardua aritmética y la más breve, aunque, severa, ética, Néstor Kirchner reivindicó el jueves 6 su “autoridad moral para hablar de pobreza”.

Lo hizo en Quilmes, al romper una corta temporada de silencio, rodeado por intendentes del sur del conurbano bonaerense. El ámbito parecía propicio para referirse al tema: según un sociólogo de comunión oficialista – Artemio López- , el cinturón de suburbios de Buenos Aires constituye “ un aglomerado de pobreza e indigencia (…) con una concentración de población pobre e indigente 260 por ciento más intensa que la media nacional” que congrega “3,1 millones de pobres”, de los cuales “ dos millones residen en un segundo cordón”, con “una densidad de 1.100 ciudadanos pobres por kilómetro cuadrado de superficie”.

El esposo de la presidente se sintió urgido a hablar del asunto porque horas antes, en vísperas del día de San Cayetano, se había conocido la palabra del Papa Benedicto XVI reclamando atender “al escándalo de la pobreza y la inequidad social” en la Argentina. No es habitual que el Pontífice aluda explícitamente a un país como lo hizo en esta ocasión.

La Iglesia de la Argentina ha venido destacando la situación que sufre un enorme sector de la población del país (casi un 40 por ciento, indicó pocas semanas atrás el obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto) y mereció por ello la objeción dura del gobierno, que –empeñado en defender las cifras que elabora su Instituto de Estadísticas- sostiene una visión minimalista.

La creatividad estadística oficial es un tejido de invenciones en el que cada dato falso condiciona una serie de engaños derivados. Como el INDEC estima los índices de pobreza basándose en las dibujadas cifras de su Índice de Precios al Consumidor, subestima el número de personas que no llegan a cubrir la canasta básica. Según aquellos precios una familia necesita alrededor de 1.000 pesos para superar la línea de pobreza; las estimaciones independientes dicen que el costo de esa canasta se encuentra en torno a los 1.600 pesos. Así, mientras el gobierno K y su Indec declaran que la pobreza está apenas por encima del 15 por ciento, el resto del mundo - de los consultores privados a la Iglesia - la ven superando el doble de ese número.

Para la consultora Ecolatina, fundada por Roberto Lavagna, el costo de la canasta básica total está en 1.667 pesos. Para Ernesto Kritz, uno de los más respetados estudiosos del tema, ese costo se ubicaba a fin de junio, para una familia tipo de cuatro integrantes, en 1560 pesos. Con esa estimación, algo inferior a la de Ecolatina, Kritz calcula que el nivel general de pobreza del país está en el 32 por ciento y se eleva en los partidos del conurbano al 37 por ciento. Más de un tercio de la población es pobre. Las cifras son más dramáticas cuando se habla del sector de la sociedad que trabaja en el sector informal: allí la pobreza llega al 45 por ciento y la indigencia (es decir: la imposibilidad de cubrir la canasta alimentaria) asciende a 17 por ciento.

Néstor Kirchner se envaneció en su discurso quilmeño del jueves 6 de que “nosotros redujimos la pobreza ostensiblemente”. La veracidad de esa frase es anacrónica. Sin duda hubo un descenso del índice de pobreza entre 2003 y 2006, esos años en que las excepcionales condiciones de la economía internacional le ofrecieron a la Argentina una oportunidad extraordinaria. En rigor, el índice ya venía descendiendo en la última porción de la presidencia de Eduardo Duhalde, después de haber superado 50 por ciento entre 2001 y 2001. Pero el descenso de la pobreza al que alude Néstor Kirchner deja de verificarse (y la tendencia se invierte) a partir de 2007. Primero por obra de la creciente inflación y enseguida porque el freno de la inversión y el paráte productivo (intensificados por la estéril guerra contra el campo que desató el gobierno) golpearon el mercado laboral con despidos, caída del empleo y renovado ascenso de la informalidad.

Más allá de que los estudios lo registran en sus distintas variables, el incremento de la pobreza se observa a simple vista: en la Capital Federal se ha duplicado el número de las personas que duermen precariamente a la intemperie, sometidas a los fríos despiadados, de los que mendigan, de los que pucherean míseramente. En Córdoba el número de menesterosos que recibe ayuda del estado provincial pasó en un año de 510.000 a 570.000. Detrás de la grave emergencia por la que clama la Iglesia y ha posado su mirada el propio Papa, hay situaciones estructurales que resolver, que van más allá de la urgencia del pan y el abrigo. En el Gran Buenos Aires dos de cada diez jóvenes no estudian ni trabajan; en las zonas más sufridas la salud, la seguridad, la justicia son cosas más lejanas aún que las redes de gas y agua potable o las cloacas. El cardenal Jorge Bergoglio acaba de crear en su diócesis una vicaría destinada a servir a las villas de emergencia. Su titular, el sacerdote José María De Paola (el Padre Pepe), apuntó a “una historia de ausencia del Estado”. Y aclaró: Cuando hablamos de abandono del Estado nos interpretan como que decimos que el Estado no hizo casitas. No es sólo casas o complejos de vivienda, sino toda la vida social que debe tener cualquier barrio, en el que entra la justicia, la educación, la salud, todo”.

El gobierno recibe a la defensiva esos señalamientos. Los registra con la mirada defensiva que le dicta el creciente aislamiento en que se encerró tras la derrota electoral del 28 de junio.

El argumento de la acción contra la pobreza fue durante largo tiempo la justificación de políticas intervencionistas y también la excusa de la tajada aplicada al campo y al interior del país a través de las retenciones. La constatación de que hay más pobres que hace tres años y de que la situación alcanza un grado dramático hace estallar esos razonamientos. “¿En qué se gastaron entonces los 30.000 millones que aportó el campo?”, disparó el domingo 2 Hugo Biolcatti desde la tribuna de la Exposición Rural.

El discurso oficialista de la lucha contra la pobreza se desvanece en todas sus dimensiones. Hoy, para justificar los letales incrementos en las boletas de gas y de luz, el gobierno admite, en los hechos, que lo que estuvo subsidiando durante toda su gestión fueron las tarifas de los sectores más acomodados, no las de los más expuestos. Una administración irresponsable dejó caer a la mitad las reservas energéticas, alentó el despilfarro con precios políticos y ahora descarga sobre la sociedad las consecuencias de esa chapucería, bajo la forma de tarifas que para amplísimos sectores resultan impagables. Suma así más conflictos a los que ya lo debilitan, más cuestionamiento al que ya padece.

La guerra con el campo ha provocado una detención extendida de las inversiones y la producción: la crisis que el país sufre en ese sentido tiene poco que ver con la crisis internacional (que, por otra parte, ya se despide a la luz de la recuperación formidable de China y su área de influencia y de su otra locomotora, la productividad de la economía estadounidense). Sin resolver ese problema se agrava el problema fiscal (lo que deriva en tarifazos para reemplazar la maraña de subsidios, y en achicamiento de recursos para asistir la emergencia social, por ejemplo). El gobierno se encarcela a sí mismo en el círculo vicioso: afirma que el campo y la oposición le quieren quitar las retenciones para desfinanciarlo. Por el contrario: el obstáculo es la actitud oficial, que sume al país en la desconfianza, alienta la fuga de capitales y desalienta la inversión por su terca guerra contra el sector productivo. En estos días el escenario de esa divergencia se ubica en el Congreso.

La realidad y su propia obstinación aíslan al gobierno mucho más que una oposición que parece inspirada por sus cálculos sobre el 2011 antes que por los acuciantes desafíos de la actualidad. Aunque el gobierno se obsesiona imaginando teorías conspirativas e intenciones destituyentes, las intenciones más pérfidas de los opositores consisten, por el contrario, en que el kirchnerismo siga en el gobierno hasta el final y se haga cargo de la factura derivada de sus políticas. Algunas fuerzas opositoras parecen inspiradas por aquella frase que empleó Ricardo Balbín a principios de 1976, cuando el gobierno de Isabel Perón se veía agónico: “Hay que llegar a las elecciones aunque sea con muletas”. Para esas urnas que Balbín evocaba faltaban pocos meses pero la crisis avanzaba a gran velocidad.

Ya se difunden nombres de quienes pueden aspirar a la presidencia en las lejanas elecciones de dentro de dos años. Se detectan, en cambio, menos voluntarios a hacerse cargo de devolver un rumbo adecuado a la Argentina si el gobierno persiste en su derrotero de colisión.

TAMBORES DE GUERRA

Si la economía argentina sufre por estar en las manos equivocadas, ¿qué decir de la política exterior? Nada va a perjudicar más a la argentina que las malas decisiones que se tomen en estos días en materia de política continental. El tema de las bases norteamericanas en Colombia es bastante más serio de lo que la desgastante cháchara chavista que a poca gente le interesa escuchar, y de impredecibles consecuencias para una Argentina mal inserta en el increíble mamarracho funcional al chavismo de la Unasur (con voluntarias minúsculas). El tema de fondo continúa siendo el de la organización continental y la guerra contra la guerrilla narco, sólo un capítulo de una contención del totalitarismo chavista.

El PJ sin conducción y el espacio PJ-PRO sin organización contribuyen a que los temas de política exterior, súbitamente tan urgentes como los temas de la economía, no formen parte de la conciencia pública. No hay dirigentes que expresen con energía una política exterior alternativa a la política exterior kirchnerista aliada del chavismo. Nunca vendría mejor aplicar la idea de una mesa de conducción del espacio amplio PJ (idea de Ramón Puerta) y un gabinete fantasma (muy útil idea de Domingo Cavallo) para reposicionar a la Argentina allí donde debe estar, según sus intereses.

Lo que se está discutiendo en estos días es la variante militar del ALCA, que tenía aspectos comerciales, culturales pero también militares que eran menos visibles a los ojos públicos en tanto la Argentina se creía libre de amenazas totalitarias. Hoy, la Argentina puede ser no sólo la socia sino la víctima en una guerra en la cual camina entre dos fuegos como si el fuego no quemase y consumiese. Siendo este el modo preferido de operar de los Kirchner, que se creen impunes y han arrastrado al país a todos los posibles abismos, convendría establecer muy pronto otra alternativa. No se trata ahora sólo de la economía sino de la seguridad nacional: una cosa es ser pobres, la otra estar muertos en la guerra equivocada.

Si el actual gobierno norteamericano tiene sus propias dificultades acerca de cómo conducir sus relaciones con América Latina, la Argentina podría volver a hacer punta en el continente transformándose en el par eficaz que llama a las cosas por su nombre, que es capaz de separar a los países democráticos semejantes a los Estados Unidos y ya sus socios o socios potenciales, y lo suficientemente audaz como para plantear el franco establecimiento de una clara alianza militar desde Alaska a Tierra del Fuego que calme los ímpetus guerreros de un Chávez que ya no sabe qué inventar para sembrar el caos mientras disimula su fracaso.

Esta propuesta, claro, exige una dirigencia que sirva a la Nación. Y si no en el poder, ésta debería estar por lo menos visible en el horizonte político nacional.

agosto 03, 2009

REUNIÓN DE FAMILIA

La reciente propuesta de Domingo Cavallo de incorporar a Duhalde al gobierno de los Kirchner, sumada a la preocupación de los radicales y aliados por el riesgo de tener que sacrificar Julio Cobos en un reemplazo prematuro de este gobierno y las especulaciones acerca de Reutemann como candidato presidencial, pueden hacernos creer que vivimos dentro de una recién estrenada realidad.

Sin embargo, una miradita a lo que ocurría hace nueve años, en pleno ascenso de la Alianza y en vísperas de elecciones por el Gobierno de la Ciudad, antes de que Macri hubiera nacido para agregarse a la familia, nos recuerda que somos, todavía, los mismos, con viejas internas sin resolver.

Para ilustrar lo antedicho, una joyita: la completa y clarividente nota de Carlos Eichelbaum publicada en el diario Clarín en su edición del Domingo 19 de Marzo de 2000: El peronismo ya no oculta su reconciliación con Cavallo , que conviene leer con los ojos bien abiertos y puestos en el tablero político de hoy.

Del pasado político reciente se elige siempre recordar los años del menemismo y el final del Gobierno de la Alianza con el golpe institucional que Alfonsín y Duhalde dieron a de la Rua y a la política económica de un Cavallo que buscaba desesperadamente salvar la estabilidad. Por costumbre, se omite el período menos espectacular de lo que fueron las internas de sucesión del menemismo, entre el final de Menem y los primeros tiempos de la Alianza. Este período, después de una década y de diversos avatares electorales que incluyeron al propio Menem, aún no ha sido saldado. Lo que caracterizó aquellos días entre dos siglos, el proceso de conformación de una línea liberal dentro del PJ que continuase y superase los 90, continúa vigente. Los protagonistas siguen siendo los mismos, aunque haya nuevos bebés en la familia, y resulta igualmente notable la vitalidad de una búsqueda que no tiene aún un líder decantado.

Vale la pena leer la nota mencionada y detenerse en aquel momento, en el cual lo que pudo ser no fue, pero a la vez, y más allá de las sucesivas derrotas, continuó viviendo una existencia secreta y preservada que parece emerger en estos días, como llamada, otra vez, a la luz.

OPINIÓN

La siguiente nota, "Hay que convocar a Duhalde" por Domingo Cavallo, fue publicada por el Diario Perfil el sábado 1 de agosto y hoy en: http://www.cavallo.com.ar/
Vale la pena leer la discutible aunque seguramente inviable propuesta, sobre todo por el extremo realismo con que su autor describe la situación política argentina y el grado de profundidad de la crisis, que muchos parecen no querer ver.

El 10 de diciembre de 2007 Cristina Kirchner asumió como Jefe de Estado pero no como Jefe de Gobierno. Los sucesivos jefes de gabinete tampoco jugaron el rol de jefes de gobierno. En la práctica el Jefe de Gobierno, es decir quien manejó a los ministros y adoptó el grueso de las decisiones fue Nestor Kirchner. El 28 de Junio pasado el pueblo desaprobó esa gestión. Nestor Kirchner debe reconocer que ha fracasado como Jefe de Gobierno de facto de su esposa y dar un completo paso al costado. Sólo así logrará salvar la Presidencia de Cristina y reparar, aunque sea en alguna medida, el enorme daño que le ha causado al pueblo y a las instituciones de la Argentina.

Cristina Kirchner debe continuar siendo Jefe de Estado hasta el 10 de diciembre de 2011, pero es imprescindible que se constituya un nuevo gobierno. Ella debe identificar a algún dirigente político en condiciones de conseguir las mayorías necesarias en ambas cámaras del Congreso Nacional y encomendarle esa misión. Debe darle completa libertad para elegir y designar a todos los ministros y demás funcionarios ejecutivos, salvo aquellos secretarios que dependen directamente de la Presidencia.

En mi opinión, el mejor candidato para jugar ese rol es Eduardo Duhalde, quien no puede escaparle al bulto porque es el principal responsable de que los Kirchner hayan llegado al poder. Si Eduardo Duhalde no logra suficiente apoyo en el Congreso Nacional como para formar un gobierno que consiga las mayorías necesarios, Cristina tendrá todavía a Roberto Lavagna y a Felipe Solá como alternativas. Ninguno de los dos debería negarse a intentar formar un nuevo gobierno, porque ambos jugaron roles de suficiente jerarquía durante la presidencia de los Kirchner como para sentirse comprometidos a prestarle un servicio a la Patria en un momento tan difícil como éste.

Los cambios en el gabinete decididos por Cristina luego de la derrota electoral no significan la conformación de un nuevo gobierno. La impresión generalizada es que los ministros y secretarios designados siguen siendo títeres de Néstor Kirchner y no cuentan con apoyo suficiente en el Congreso de la Nación. Aún cuando tuvieran la inteligencia de descubrir cuáles son las soluciones a los problemas, no tendrán la credibilidad ni el respaldo necesario para implementarlas. Los problemas se agravarán día tras día y cada vez será más costoso encontrarles solución.

Mi propuesta no es para nada esotérica. Es la que emerge como la solución política más adecuada, teniendo en cuenta nuestro marco institucional y las circunstancias históricas que estamos viviendo. De paso, una actitud de este tipo de parte de Cristina, obligaría también a Julio Cobos a cumplir plenamente con su co-responsabilidad como Vicepresidente, desalentando a aquellos que quieren verlo ahora reemplazando a Cristina como Jefa de Estado. Si no se avanza en una dirección como la que propongo, es muy probable que Cristina Kirchner encuentre crecientes dificultades para seguir cumpliendo con su responsabilidad como Jefe de Estado. Una salida de ella por renuncia o por juicio político crearía un caldo de cultivo para que los grupos violentos que han venido defendiendo sus políticas terminen también desestabilizando a Julio Cobos si acepta asumir para cumplir con el mandato que el pueblo le dio a Cristina en las elecciones del 2007.

La gravedad de la crisis económica y social por la que atraviesa Argentina exige que los principales actores políticos contribuyan a la formación de un gobierno que pueda adoptar decisiones difíciles pero imprescindibles. Todos los que estuvieron aliados con los Kirchner o le brindaron su apoyo en algún momento, tienen la responsabilidad de ayudar a Cristina a formar un nuevo gobierno. Quienes han estado en la oposición, deben trabajar con responsabilidad para ofrecer una alternativa superadora a partir del 10 de diciembre de 2011. Si se trastocan los papeles y la oposición termina haciéndose cargo del gobierno a mitad de mandato de Cristina, lo más probable es que la política argentina se transforme en un pandemonio.

agosto 01, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

El gobierno sólo habla
con su propio espejo
por Jorge Raventos

No es exacto decir que el gobierno nacional se desinteresó del mensaje que la ciudadanía le propinó el 28 de junio a través de las urnas. En cierto que primero lo desconoció; pero enseguida lo sintió (y se resintió). Finalmente, ante la exhortación de muchos de los propios, decidió interpretarlo. Extrajo, eso sí, una conclusión módica y casi exclusiva: debía mejorar su comunicación.

Como esas personas que deciden gritar y modular lenta y exageradamente cuando intentan hacerse entender por gente que no habla el mismo idioma, el oficialismo decidió persistir en el contenido de sus políticas, pero hacerlo con ministros más locuaces. Así, para reemplazar al inaudible Carlos Fernández , que había decidido ocupar silenciosamente su silla del Palacio de Hacienda, llegó Amado Boudou al ministerio de Economía: “Este va a hablar mucho”, prometió la señora de Kirchner. Por su tendencia al mutismo fue elevado fuera del ministerio de Educación Juan Carlos Tedesco y se lo sustituyó por el conversador Alberto Sileoni.

Y ahora, en el aparente diálogo con las entidades del campo, es promovida al escenario la ministra de Producción, Deborah Giorgi, y desplazado una vez más a la antesala el Secretario de Agricultura, Carlos Cheppi: éste, un técnico reconocido, no podría articular en voz alta el discurso que la ministra no tiene reparos en proclamar. Porque no sólo es cuestión de hablar, sino de decir con muchas palabras y aire de solvencia el discurso que Néstor Kirchner ha decidido seguir sosteniendo: el de la intransigencia frente al reclamo de los productores agrarios. El mismo que mantiene paralizada la cadena agroindustrial desde hace más de un año. El mismo que en 2008 determinó la mayor derrota política del oficialismo y que, un año más tarde, lo obligó a soportar el durísimo revés electoral de junio.

La Mesa de Enlace llegaba a la reunión del último día de julio conteniendo con esfuerzo la presión e impaciencia de sus bases. Llevaban papeles en los que sintetizaban y argumentaban sus principales reclamos: rebaja del 10 por ciento de las retenciones a la soja; eliminación de retenciones al trigo, el maíz, el girasol y los productos de economías regionales; la reapertura de los Registros de Exportación para trigo y maíz, así como la liberación total de carnes y lácteos (que en la actualidad están limitadas a cuotas); la efectiva eximición o diferimiento de impuestos y el financiamiento a los productores afectados por la sequía, así como para los golpeados sectores de ganadería y lechería. Además: la eliminación de los controles de precios (que por otra parte no se reflejan en las góndolas) a distintas actividades.

Al iniciarse la semana, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, había tenido su propia sesión de diálogo con la señora de Kirchner y le había adelantado el interés de la provincia en que el conflicto con el campo encontrara una solución. No lo hizo –aclaró más tarde- “como representante del campo”, sino como titular del distrito más numeroso e influyente del país. Ya les había adelantado a los dirigentes agrarios de la provincia que compartía la idea de reducir las retenciones al trigo y de ayudar a la ganadería y a la lechería.

En vísperas del encuentro con el campo se lanzó a rodar la versión de que el gobierno estaba dividido en torno a la actitud a asumir frente a la Mesa de Enlace. Se decía que algún ministro (se nombraba a Aníbal Fernández,) estaba a favor de hacer concesiones en el tema clave de las retenciones. Y que, en cambio, el secretario de Comercio Guillermo Moreno y el titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, como puntas de lanza de Néstor Kirchner, sostenían la postura de rechazar el planteo radicalmente.

A juzgar por lo que ocurrió en la Casa Rosada, en la reunión el jefe de gabinete se reservó el rol de la cordialidad y las noticias agradables: aseguró a los dirigentes rurales que se podía conversar de todo y que todos los planteos serían atendidos y estudiados: aludía, quedó claro, al pedido referido a las retenciones. Anunció, inclusive, algunas leves medidas reparatorias en el plano de la ganadería (una disminución del llamado “encaje”, o stock forzoso que las empresas frigoríficas deben tener en sus depósitos como condición para permitir la exportación de carne) y una compensación para el engorde de novillos grandes, a partir de los 360 kilos (medida que sólo tendría sentido en el marco de un cese de las trabas a la exportación, ya que esos animales son los que preferentemente se venden al exterior).

Pero, tras la extensa sesión té y simpatía (de la que no surgió ni siquiera el esclarecimiento de cuáles serían las modalidades de continuidad de los contactos), cuando los dirigentes del campo se fueron, los representantes oficiales ofrecieron una conferencia de prensa en la que el tono cambió. “Parecía que habíamos estado en reuniones distintas", resumiría Hugo Biolcatti, el número uno de la Sociedad Rural, después de oír a los ministros. Para empezar, el jefe de gabinete estableció que “no hay espacio para ninguna rebaja de las retenciones”. ¿Tan pronto estudió el tema o simplemente estaba verbalizando en ausencia de los hombres del campo la respuesta que ya le habían dictado antes de verlos? En cualquier caso, lo de Fernández tuvo la virtud del laconismo. La ministra de Producción se encargo de complementarlo en la oratoria: disparó conceptos y cifras que no se habían esgrimido en la reunión formal y llegó a afirmar que el gobierno había beneficiado al campo en una cifra con la que “se podrían haber construido 4831 escuelas, 198.000 viviendas y 217 hospitales”.

Puesto que ha decidido subrayar “la comunicación”, el gobierno parece dedicar las ocasiones del diálogo al que él mismo cita a hacer propaganda ante la opinión pública, más que a buscar acuerdos con sus interlocutores. Es probable que ese sea el verdadero uso que prevé para un diálogo en el que no cree.
La reunión del viernes había sido precedida por medidas unilaterales del gobierno destinadas al sufrido sector de los tamberos. Ese comportamiento solitario ya anunciaba un sesgo de confrontación que los gestos aparentemente dialoguistas no consiguen disimular.

El jueves 30 de julio (en un viaje que sufrió sucesivos cambios de horario, determinados por las eventuales reacciones de los productores cordobeses) la presidente llegó a Villa María con un subsidio bajo el brazo. Subsidios, retenciones y prohibiciones se destacan en la poco provista caja de herramientas del gobierno. Durante décadas, la Argentina (por sí y como parte del grupo Cairns, formado por los 17 grandes exportadores de agroalimentos del mundo) se opuso a la política de subsidios instrumentada por Europa a través de su Política Agraria Común; se le imputaba a esa política que obstruía el comercio leal y perjudicaba tanto a los contribuyentes de los países que subsidiaban como a los productores competitivos de las naciones que los sufrían. Ahora es el gobierno argentino el que aplica subsidios en lugar de facilitar el juego transparente del mercado en una actividad en la que siempre pudo producir y competir con eficiencia. Y, junto con eso, castiga con retenciones, cuotificaciones o prohibiciones la exportación de otros productos del campo. Tanto para subsidiar precios como para gravar con retenciones, el denominador común de la política que el gobierno eligió y que el campo rechaza se centra en intervenciones que perturban y distorsionan los mercados y desalientan la inversión. “La manipulación discrecional de los precios agudiza las distorsiones de precios relativos en un contexto inflacionario, y genera fuertes desincentivos a la producción y a la inversión en los sectores perjudicados”, señalaba una quincena atrás el documento de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA).

El gobernador cordobés, Juan Schiaretti destacó la actitud unilateral del poder central y se negó a avalar con su presencia el acto de Villa María porque "las serias dificultades que afronta el sector lácteo, vital para la economía de Córdoba, que se expresan en el cierre de numerosos tambos, requiere de la adopción de medidas que apunten a solucionar el problema en forma definitiva con la participación de los representantes de los gobiernos provinciales en que se encuentran ubicadas las cuencas lácteas, de los integrantes de la Mesa de Enlace, de la Mesa nacional y provincial de productores lácteos y del gobierno nacional" y ”ninguno de los interesados y/o afectados ha sido convocado”.

Olivos y la Casa Rosada –las dos sedes del gobierno K- han decidido mantener su intransigencia frente a las reivindicaciones centrales del campo, revestir apenas esa dureza con algunos modos versallescos y disparar de arriba a abajo algunas medidas compensatorias no acordadas, tendientes a mostrar que el gobierno decide por sí y no carece totalmente de sensibilidad frente al problema del campo.
El método no funcionó un año atrás, cuando el gobierno aún conservaba instrumentos de poder , no había perdido un comicio ni había caído su imagen al piso, como ocurre en la actualidad. Es improbable que tenga éxito ahora. Lo que es indudable es que en principio esa intransigencia y las conductas pendencieras del oficialismo crean problemas a los dirigentes de la Mesa de enlace, que procuran contener y moderar a sus representados. "El campo dejó de ser la mansa vaca que se deja ordeñar para cubrir el costo de las políticas equivocadas", advirtió de todos modos Hugo Biolcatti el sábado, desde la clásica tribuna de la Exposición Rural. Si no obtienen respuestas sensatas, los productores no tardarán en volver a la lucha, tantoi en el escenario del Congreso como en las rutas.

Entretanto, la tensión y la terquedad del gobierno prolongan la atmósfera de desconfianza que desalienta la inversión, impulsa la fuga de capitales y consolida el paráte económico. Peor aún: dilapida las oportunidades que el mundo vuelve a ofrecer al país, con la reactivada demanda de commodities y, particularmente, de alimentos. ¿Puede la Argentina seguir perdiendo el tiempo?