AVISO

A partir del 1° de Diciembre, este foro cesa su actividad, atento a que la nueva etapa de formación de líneas alternativas dentro del peronismo requiere, más que la ya agotada discusión acerca del PJ, un trabajo específico de análisis y propuestas que puedan fortalecer a los nuevos liderazgos peronistas liberales.

Nuevas notas en nuestra nueva página:

PERONISMO LIBRE
LA REVISTA DEL PERONISMO LIBERAL
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octubre 31, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

La cuestión social
y un decreto-tapón
por Jorge Raventos


Antes de desplazarse a Chile para cerrar acuerdos con su colega Michelle Bachelet, la señora de Kirchner disparó el jueves 29 de octubre un certero decreto de necesidad y urgencia. El objetivo explícito del DNU residió en disponer una asignación mensual por hijo, que llegará a desocupados, trabajadores en negro y monotributistas sociales con hijos menores de 18 años. Bajo ese piadoso pabellón, el oficialismo apuntó a otros blancos, a los que asigna mayor importancia.

En primer lugar, con ese decreto el gobierno madrugó al conjunto de la oposición, que venía argumentando la urgencia de debatir la cuestión social como uno de los motivos para postergar la propuesta de reforma electoral que Olivos quiere dejar al menos con media sanción antes de perder la mayoría en el Congreso. Ahora, con el decreto de la asignación por niño firmado y publicado, la familia Kirchner cree haberle quitado excusas a los opositores, además de haberles “arrebatado la iniciativa” en el terreno social.

Dedicar un DNU a una causa tan unánimemente enarbolada como la lucha por la pobreza funciona, de paso, como una reivindicación indirecta del decreto como instrumento, a cuyo uso (de la mano con el veto) el gobierno se adivina impulsado por el destino a partir del 10 de diciembre, cuando se cierre la escribanía oficialista del Legislativo.

Más allá de ese detalle, el úkase del jueves 29 pretendió operar como un verdadero decreto-tapón: cerró la puerta al debate legislativo sobre la asignación universal (con acento en universal) por hijo que los partidos no kirchneristas y la propia Iglesia, como varias oenegés promovían. Si hay un tema en el que –al menos en las invocaciones- puede verse una importante cuota de consenso político es en la necesidad de dar respuestas al tema de la pobreza (sobre todo, a la pobreza extrema). Si el gobierno hubiera querido (y hubiese estado a invertir al menos la mitad del esfuerzo que dedicó a la ley de medios) el Congreso podría haber aprobado en dos o tres semanas el subsidio por niño.

Sucede que el gobierno no deseaba ese debate ni quería que la asignación por hijo quedara en manos del Legislativo, y ello por varios motivos.

Antes que nada porque en tal caso la asignación aprobada habría tenido carácter “universal” (no “especial”, como se decretó), habría alcanzado parejamente no sólo a dos millones de menores de 18, sino a todos (sin discriminaciones hacia arriba o hacia abajo), como un verdadero bien público garantizado. Y habría evitado de movida las intermediaciones y los clientelismos que el diseño decretado deja abiertos.

Otro motivo crucial para que los Kirchner prefirieran el decreto se centra en que el Congreso difícilmente hubiera admitido que el financiamiento del subsidio a la niñez estuviera a cargo de la Caja de los Jubilados. El gobierno, que hace apenas unas semanas se hizo aprobar en el Congreso un presupuesto de 300.000 millones para el 2010 no quiso invertir ni un vintén de los recursos que maneja la caja central para este subsidio, y por el decreto dispuso que los fondos salgan de la ANSES y del fondo destinado a compensar eventuales problemas financieros que en algún momento obstaculicen el pago de las prestaciones jubilatorias. El régimen previsional deberá dedicar casi 10.000 millones de pesos para asumir estas obligaciones que le han derivado.

Así, en lugar de promover medidas de redistribución de la riqueza para afrontar seriamente el tema de la pobreza extrema, el decreto oficial –para salvar y aun acrecentar los fondos que administra el gobierno - dispone que unos pobres (los jubilados) financien a otros.

Debe recordarse que los fondos de la ANSES, antes que a otros objetivos, deberían dedicarse a cumplir con su destino específico; el oficialismo viene gambeteando la obediencia de las disposiciones sobre actualización de ingresos de los jubilados que reclamó la Corte Suprema, tanto como condenando a miles de ancianos a atravesar años de litigio judicial para cobrar prestaciones mal liquidadas.

En rigor, el decreto no hace más que reincidir en un comportamiento largamente registrado por el gobierno. Una investigación del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) lo puso en cifras hace pocas semanas: menos del 1% de las transferencias directas de la Nación llegó a los sectores más empobrecidos en el primer semestre, pese a que la recaudación se expandió. Según cifras de la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía, mientras el gasto de la Administración Pública Nacional aumentó en $25 mil millones, sólo $220 millones fueron directamente a intentar paliar el flagelo de la pobreza.

En fin, ventilar estos temas en el Congreso representaba una incomodidad para el gobierno. En un debate de esa naturaleza hubieran aparecido las cifras reales de la pobreza y la indigencia, que refutan clamorosamente las del INDEC. Con cerca de 35 por ciento de pobres, el país está desandando el camino que durante dos o tres años lo alejó de las catastróficas cifras del año 2002, cuando la mitad de la población estaba bajo la línea de la pobreza.

Hoy, por otra parte, la intensidad de la indigencia (el sector más vulnerable, más golpeado) es mayor. La desigualdad tiene perfiles territoriales; en el noroeste y el noreste (Chaco, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy, Misiones) los índices son de 10 a 15 puntos más altos que la media. También tiene perfiles que se relacionan con la edad: en la Argentina, la mayoría de los pobres son niños (en rigor, menores, poniendo como límite del segmento los 18 años) y la mayoría de los pobres son niños.

Cada año nacen 200.000 nuevos pobres: los niños que se suman a las familias que viven por debajo de la línea de pobreza. Datos de IDESA apuntan que “en la población hasta 18 años de edad la pobreza asciende al 41%; en la población entre 19 y 60 años, la incidencia de la pobreza es del 22%; y entre los mayores de 60 años, la pobreza llega al 12%.” Es evidente que la pobreza ataca a los más jóvenes con una crudeza mayor. Hasta el punto de triplicar su incidencia con respecto a la población mayor de 60 años”.

Así, el decreto de necesidad y urgencia de la señora de Kirchner tuvo eficacia política de corto plazo al desconcertar a la oposición y al eludir –con aires resolutivos- un debate a fondo sobre la pobreza. Lamentablemente, el paso dado, aun considerando sus réditos laterales para el oficialismo, apenas roza una cuestión que reclama acción vigorosa sobre el corto y sobre el largo plazo.

Sólo en la provincia de Buenos Aires hay un millón de jóvenes de entre 14 y 21 años ubicados por debajo de la línea de pobreza, casi 700.000 en la indigencia, medio millón que no trabajan ni estudian. La mayoría, sumidos en situaciones familiares ya incapaces de ofrecer contención u orientación. En esas condiciones de anomia, descomposición y desesperanza operan las organizaciones del crimen, las redes del narcotráfico.

En situaciones sociales análogas –agravadas incluso por guerras y posguerras civiles- aparecen y proliferan fenómenos como el de las maras, esos extensos agrupamientos de la marginalidad juvenil -delictivos, violentos, ligados a la droga: legiones, más que bandas, por las dimensiones que alcanzan- que proliferan hoy en Centroamérica y más allá, en otros países de Latinoamérica, un fenómeno comparable al de los "bezprizornye”, ejércitos de niños huérfanos o abandonados de los primeros lustros de la Rusia Soviética, empujados a sobrevivir en una atmósfera de precariedad y brutalismo. Escribe Orlando Figes (La Revolución Rusa):
“Solían agruparse en bandas o grupos, durmiendo en edificios abandonados, estaciones o alcantarillas, y comiendo gracias al robo, al hurto, la mendicidad o protituyéndose. La actitud social hacia ellos era, en la mayoría de los casos, de abierta hostilidad. Más de uno fue linchado o golpeado hasta la muerte al ser sorprendido robando algo de comida. Tanto niño hambriento en las calles hizo proliferar la pedofilia, siendo frecuente encontrar niños y niñas prostituyéndose en muchas esquinas” .

Aunque ha soportado largos períodos de violencia y descomposición política, Argentina no atravesó extensas conmociones internas o guerras civiles explícitas. Presenta, sin embargo, cuando se mira a los bordes (unos bordes que cada vez están más próximos al centro) procesos y situaciones que evocan pavorosamente aquellos escenarios que tanto tiempo los argentinos estimaron muy lejanos.

Así, la cuestión social no puede ser considerada un argumento para el oportunismo, el simplismo o los escarceos de la pequeña política, sino una problemática que afecta en primer lugar a quienes sufren directamente la marginación y la indigencia, pero de inmediato, un asunto sin cuya resolución el destino mismo de la sociedad, como tal, se pone en juego.
Y esa resolución no se alcanza con un DNU.

octubre 30, 2009

LA MONA VESTIDA DE SEDA MONA QUEDA

Por más que el Gobierno acelere su agenda y por más que ésta aparente encarnar parte de lo que el pueblo encomendó a la oposición, ya sea el subsidio universal a la niñez o la reforma política, la realidad es, como todo el mundo ya sabe, que estamos, no en un proceso de mejoría, sino en una descarnada lucha de los Kirchner por conservar el poder por todos los medios posibles. El hartazgo de la población en general y una resignación colectiva ante la impotencia de los dirigentes electos el 28 de junio, colaboran en dar oxígeno al minúsculo equipo Gobernante que continúa teniendo en vilo y atada de pies y manos a la Nación. También los ayuda la prudencia, cuando no la sumisión, de los jueces. Una última ayuda, en momentos en que la economía repunta un poco, parece provenir del sector empresarial: si la opción va a ser el ya desgastado Duhalde, con un Mauricio Macri desahuciado por la carencia de un partido de volumen nacional, se pregunta, ¿no convendría arreglar otra vez con Kirchner y con el inefable de Vido, ambos dispuestos a cuanta concesión cosmética se les pida en la emergencia?

El tema del fracaso argentino no parece estar en estos días en el fracaso de una dirigencia política incompetente, sino de un pueblo, en sus capas más altas e influyentes, incapaz de hacer una discriminación valiente de realidad y mentira, amigo de los atajos y de esconder la basura bajo la alfombra, corrupto no sólo en su afán de codicia inmediata sino la cortedad de miras para estructurar una comunidad que acotan en el tiempo, olvidando que ellos y sus hijos habrán de vivir en ella. Los Kirchner son su espejo fiel.

¿Habrá un dirigente peronista más vivo y más decente que Kirchner capaz de arrancarle el poder y usarlo para servir, de verdad, a los argentinos? A esta altura, y a las puertas de una inminente reorganización política del PJ, no hay otra pregunta. Perón, como padre político de una generación, dejó muchos hijos y aspirantes al poder. De esa generación, hemos conocido el peronismo ortodoxo de Duhalde y el pseudo peronismo izquierdista de los Kirchner. No conocemos todavía el líder peronista-liberal, el de la renovación de instrumentos para servir a los mismos fines. Como Menem perteneció a una generación anterior, todavía falta la última expresión de la generación destinada a suceder a Perón.

Aún con cierta timidez, como quién todavía no se anima del todo a encarnar su rol histórico y a asumir su identidad política plena, el movimiento generacional de Peronismo Federal se ha plantado frente a la opinión pública. Sus edades, ni muy mayores ni ya jóvenes, lo dicen todo: se trata todavía de aquellos famosos niños privilegiados del primer peronismo. Constituyen esa última fracción tardía, no manifestada: la del peronismo moderno, no ortodoxo, no izquierdista. Mientras la mona sigue engañando con los disfraces de seda, el noble y buen material nacional, añejado con la experiencia y homeopáticamente curado de todos los defectos del peronismo gracias al fracaso de Duhalde y los Kirchner, espera su hora.

octubre 28, 2009

COMUNICADO

EL PERONISMO FEDERAL CONTRA LA TRAMPA DE LA “REFORMA ELECTORAL KIRCHNERISTA”

Con una de las trampas institucionales (y van…) mas graves de los últimos tiempos, el kirchnerismo pretende continuar con la usurpación del Partido Justicialista y hacerse de la simbología peronista en las presidenciales próximas.

Esta es solo una de las razones: la obligatoriedad de las internas abiertas y simultaneas, la desaparición de los partidos provinciales,la prohibición de la financiación privada (pero no así de la publica), la permanencia de la boleta sabana, la no aplicación del voto electrónico ni de la boleta única, son apenas algunos elementos que abonan la certeza de la trampa.

La política y las instituciones se deben un marco de discusión amplio y serio, que por supuesto no se va a dar en estos escasos días, antes de la asunción de los legisladores que responden al veredicto de los recientes comicios.

Por eso no basta con la no participación en un acto donde la Presidente hablara de las ficciones de siempre: la sociedad espera gestos y acciones concretas, ideas claras que marquen con claridad un nuevo rumbo que rescate a la Patria de esta decadencia.

El Peronismo Federal con su bloque legislativo viene proponiendo que la oposición designe a las nuevas autoridades del Congreso Nacional y de las Comisiones de Labor legislativa.

Este es un tema de relevante importancia que no solo transparentara esta nueva realidad (la del oficialismo en minoría), sino que se iniciara el camino del respeto por las nuevas mayorías y el fin de la hegemonía de la caja.

Mauricio Silva
U.Pe.Fe
Peronismo Federal
(Declaraciones en el día de la fecha en la Universidad de Quilmes, en el marco de un Encuentro de la Juventud Universitaria Peronista de la corriente. )

octubre 26, 2009

LAS DAMAS MENDOCINAS

Hace pocos días, el Presidente de Venezuela, Comandante Chávez, creó la milicia bolivariana cuya misión será la de defender al Presidente de la República y su revolución. En la Argentina, el resurgimiento de diversas organizaciones piqueteras que reciben fondos del Gobierno Nacional y que han comenzado a exhibir armas en incidentes recientes, vuelve a poner sobre el tapete el más incómodo problema político de las últimas tres décadas: el rol de las fuerzas armadas. Un problema caro al corazón peronista, que sufrió todo a manos de los militares, pero que jamás olvidó que Perón era militar y que sólo pudo lograr lo que logró, en términos revolucionarios, por ser el más brillante Coronel de su generación. A pesar de todo, el peronismo siempre amó y respetó a sus fuerzas armadas. Y cuando ellas mismas se deshonraron, dejó pasar una generación, y las perdonó, dándoles la oportunidad de empezar de nuevo. El peronismo es cristiano, pero también realista.

En estos días en que las fuerzas irregulares al mando de los Kirchner pueden caer en la tentación de armarse, a semejanza de las milicias bolivarianas, para perpetuar en el poder a quienes el pueblo argentino ya francamente odia, cabe preguntarse quienes van a detenerlas. Las fuerzas armadas están sin conducción, porque su Comandante en Jefe constitucional no las aprecia, no las precisa más que en una función decorativa y las prefiere así, castradas. También están insuficientemente equipadas y, dos generaciones más tarde, cargando todavía con el pasado de aquella dirigencia militar irresponsable y gorila y con una culpa que no les corresponde ya, de varios golpes de estado y crímenes de guerra aberrantes. Si se prolongase o agudizase el desorden provocado por piqueteros violentos disfrazados de guardia pretoriana, ¿quién protegería al pueblo, víctima ya no de la mala política de los Kirchner, sino del abuso violento? ¿Están las Fuerzas Armadas en condiciones técnicas de defender a los argentinos? ¿Hace falta que las damas mendocinas hagan por ellas lo que el Gobierno Nacional ha decidido no hacer?

Entre las muchas instituciones que deben ser recuperadas amorosamente para la Nación, figuran sus Fuerzas Armadas, incluyendo en éstas a las diversas Policías y Fuerzas de Seguridad. El tiempo de la penitencia se cumplido ampliamente y ahora, después del desarme, literal y moral, corresponde devolverles el lugar institucional y reafirmarlas en la misión protectora del orden y la seguridad. No será un plan que guste a quienes viven de la inseguridad y el desorden, y tampoco a quienes reinan gracias a ellos, sabiéndose impunes. Es, sin embargo, el plan de la mayoría de los argentinos, convencidos de que la historia de los golpes se terminó, pero también la de las dictaduras, y que sólo queda el tránsito hacia una vida institucional plena. La extrema dificultad política que en estos días soporta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para crear su propia policía estatal es apenas el botón de muestra de lo que se avecina como una discusión que envolverá a todos los argentinos.

El Partido Justicialista, primera víctima de la usurpación kirchnerista en pos del poder absoluto, incluye también en su actual batalla ideológica contra los usurpadores, la defensa de su rol de custodio de la mejor tradición militar al servicio de la Nación. De San Martín a Perón, la justicia, la libertad y la soberanía han sido siempre causas nacionales. Los peronistas, como las damas mendocinas, saben exactamente a quién tienen que ayudar, aunque el cómo sea un poco más complicado.

octubre 24, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Paralelismo y poderes de facto
por Jorge Raventos


Los investigadores sociales que periódicamente miden el estado de la opinión pública detectaban hasta hace algunas semanas un significativo índice de crispación en la gente. Hoy, varios de ellos han empezado a emplear otras palabras para definir las sensaciones que predominan en la calle. “Hay hastío, hay desesperanza, hay bronca, hay irritación y también hay odio –describe uno de esos estudiosos-. Por supuesto, el blanco principal de los cuestionamientos y de los sentimientos negativos es el gobierno (más específicamente: los Kirchner). Pero la verdad es que hay una crítica más amplia que abarca a toda la clase política”.

Probablemente ese fenómeno que detectan las pesquisas demoscópicas esté motivado en el hecho de que la crisis que atraviesa el país y el clima enrarecido de la vida pública - que va adquiriendo temperaturas más elevadas, así el termómetro de la jefatura de gabinete no las detecte- es de orden principalmente político-institucional y la sociedad espera que sean los políticos los que le encuentren una resolución.

Decir que la crisis es de orden centralmente político no implica obviar los factores económicos. Varias provincias (entre ellas la de Buenos Aires) tienen sus cuentas en rojo; la sensible caída del intercambio (exportaciones e importaciones) subraya simultáneamente un creciente aislamiento comercial, una fuerte caída de las inversiones y un problema fiscal, mucho más si paralelamente se registran caídas en la actividad doméstica.

De la situación social da cuenta, ya que no las desquiciadas estadísticas del INDEC, la preocupación de la Iglesia que empuja con vigor la creación de un ingreso universal por niño. La mayoría de los niños argentinos son pobres y la mayoría de los pobres son niños. Si hay un punto de consenso en los sectores políticos argentinos, este es sin duda que esa situación necesita un abordaje inmediato. El oficialismo retacea hasta ahora el carácter universal a la medida proyectada. El gobierno prefiere administrar políticamente el pasa-no pasa. Tal vez llegue la solución, aunque lo que se debate ahora es cómo unir ese calmante social a un procedimiento que excluya el clientelismo.

No hay un motor exclusivo de la decadencia social (tres millones de pobres más entre el 2006 y el 2009; un agravamiento de las condiciones de indigencia); sin duda incide la desatención a la calidad educativa, la caída de días y horas de clase, que dejan fuera de juego a millones de argentinos a la hora de competir por un empleo; pero es relevante la caída en la creación de empleo (y de empleo en blanco, en primer lugar). Y, en última, decisiva instancia, el desaliento a la inversión.

El principal factor de desaliento es de orden político: no hay seguridad jurídica, hay arbitrariedad en las decisiones, el Estado promueve la quiebra de los contratos (estatización de los fondos jubilatorios personales de millones de personas, impulso oficial a la AFA para que rompiera sus acuerdos con emisores privados para terminar subsidiando con dinero de las jubilaciones estatizadas la televisación del fútbol por un canal oficial y a pura pérdida; procedimiento expeditivo y de dudosa legitimidad para aprobar una ley de medios electrónicas concebida como acción de guerra contra dos o tres grupos empresarios y periodísticos, etc.).

Lo que la crisis en última instancia hace es poner de relieve la fragilidad institucional del país, que en situaciones de menor tensión se disimula mejor. La exacerbación de las presiones que conlleva la crisis exhibe al desnudo que no hay amortiguación institucional, que las pujas de poder no tienen clivajes y terminan definiéndose con actos de fuerza. Los diálogos y la búsqueda de consenso entre los que quieren afirmar su poder y los que aspiran a reformarlo no pueden desplegarse en una atmósfera en la que una de las partes sólo concibe una “dialéctica del exterminio, donde un interlocutor bajaría el pulgar y el otro bajaría la frente”.

El oficialismo practicó un diálogo de ficción al tratar la ley de medios: prestó la cara mientras se expresaban opiniones adversas, técnicas, jurídicas y políticas, y luego impuso su mayoría para aprobar su propio proyecto sin cambiar siquiera errores, erratas o barrabasadas (total luego, para publicarlo en el Boletín Oficial, le introduciría correcciones clandestinamente).

El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires considera que el gobierno nacional infiltró espías en su administración para sabotear la creación de la policía metropolitana. El ex presidente Eduardo Duhalde y su esposa denunciaron que los espían y les escuchan sus conversaciones telefónicas. Otro tanto había dicho la jueza federal que se ocupa de la justicia electoral. Un amigo y ex funcionario de Duhalde sufrió esta semana por segunda vez en tres semanas una intrusión amenazante en sus oficinas. Contra el periodista Carlos Pagni, de La Nación, se desplegó un operativo hostil que sumó el espionaje y la ruin difusión de videos anónimos a través del canal oficial.

En San Salvador de Jujuy, entretanto, el presidente de la UCR, Gerardo Morales, y los otros disertantes de un panel organizado allí por un colegio profesional fueron duramente agredidos por grupos que además se dedicaron a destruir las instalaciones. Morales denunció entonces, a la prensa y en el Senado de la Nación, que los ataques habían sido perpetrados por grupos dirigidos Milagro Sala, a quien describió como “líder de una asociación mafiosa" que tiene "línea directa" con Néstor, Cristina y Alicia Kirchner, y "que maneja dinero sin control".Según Morales (y su opinión encontró eco inclusive en dirigentes del peronismo jujeño) el grupo Tupac Amaru, que Sala conduce es "un grupo armado financiado por el Gobierno nacional, que agrede a quien piensa diferente". Agregó que "maneja el sub mundo de la delincuencia en Jujuy, al punto que cuando se roba algo en Jujuy, para recuperarlo hay que hablar con ella".

Ese grupo, que ahora debe ser investigado a instancias del Senado, por iniciativa de Morales, "tiene infiltrada a la policía", según lo que asevera el jefe nacional de la UCR ("En la jerga policial – relató- a la comisaría primera se la conoce como comisaría Tupac Amaru”, por la influencia que la señora Sala ejerce).

En fin, lo que describió Morales (un hombre que no ha abusado del “denuncismo”) es que "hasta el gobernador (Walter Barrionuevo, oficialista) fue superado" ya que "la que gobierna en Jujuy es Sala”. No en vano la llaman “la gobernadora”.

Se sabe, además, que la señora cuenta con personal armado y que adiestra a sus cuadros en el uso de armas y se sospecha que ha obtenido de las autoridades nacionales varios centenares de permisos de tenencia y portación.

En términos político-policiales, lo que Morales ha puesto sobre la mesa es una agresión a un adversario del oficialismo. Pero en términos político- institucionales lo que ha desnudado es la existencia de poderes fácticos que cuentan con armas y fondos (la propia señora Sala ha admitido que su agrupación recibe “partidas por 7,9 millones de pesos, mensuales;La plata llega desde el Gobierno nacional y a través del intendente Raúl Jorge, llega directamente a nuestra agrupación”) y cuya acción desborda al poder legal, creando una dualidad o, si se quiere un gobierno paralelo.

La sospecha de que un modus operandi similar al que encarna ahora tan ostensiblemente Milagro Sala pueda estar aplicándose en otros espacios, combinando ayuda financiera y organización de grupos de acción (eventualmente armados) es lo que ha agregado en los últimos días una cuota de dramatismo al clima enrarecido que Aníbal Fernández no observa.

Los sucesos de Mar del Plata, con bandas de violentos ocupando el Municipio, forman parte de ese cuadro de preocupaciones que, como telón de fondo, tienen la institución de las Milicias Armadas bolivarianas en la Venezuela de Hugo Chávez. ¿Acaso en el acto de desagravio que en la Capital le dedicaron a Milagro Sala sus amigos de Quebracho, Luis D‘Elía y otras “orgas” piqueteras no declararon que el denominador común de todos ellos es el chavismo? ¿Acaso entre el gobierno K y el régimen de Chávez no existe una relación muy especial?

Las suspicacias pueden responder a un exceso mental, pero lo cierto es que la realidad alimenta las deducciones. El oficialismo se siente frágil y, puesto que las encuestas indican que, con apenas el 20 por ciento de opiniones positivas, no puede sentirse amado, sería bueno que al menos le teman. Lo inquieta que el temor se evapore. Cuando eso ocurre la Justicia, por caso, se pone más activa. En ese sentido, en Olivos no dejan de leer el significado del fallo de la Corte Suprema que ordenó restablecer en la Fiscalía General de Santa Cruz al hombre que Néstor Kirchner desalojó arbitrariamente de ese cargo 14 años atrás, cuando aún no se había convertido en bonaerense y gobernaba aquella provincia austral.

Las denuncias radicales sobre el Jujuy del poder paralelo revisitan la cuestión institucional del bicefalismo. Al fin de cuentas, tan cierto como que a la señora Sala le dicen, por los motivos ya enumerados, “gobernadora”, es que al doctor Néstor Kirchner suelen llamarlo por razones análogas “presidente”, rango legal que perdió dos años atrás. Nadie ignora que las decisiones estratégicas del gobierno que encabeza formalmente la señora de Kirchner se adoptan en la Residencia de Olivos más que en la Casa Rosada.

El bicefalismo es otro punto vulnerable que el gobierno registra. Dos años atrás (en noviembre de 2007) en este espacio señalábamos ya que “ Kirchner está demostrando que su poder en el dispositivo oficialista seguirá siendo decisivo aunque sea su esposa la que ocupe legalmente el sillón de Rivadavia”. Y apuntábamos que “esa suerte de bicefalismo suele generar problemas políticos o institucionales o de ambas categorías”.

Cuando el gobierno paralelo deja de ser una suerte de extensión de los bienes gananciales matrimoniales y se combina en la fantasía o el análisis de la sociedad con la presencia de organizaciones mazorqueras apañadas por el oficialismo desde su ambigua bicefalía, la preocupación crece marcadamente y con ella aquellos sentimientos hondamente que empiezan a detectar los analistas sociales.

Ya se ha dicho, en la física de la política también se aplica el principio de acción y reacción.

octubre 23, 2009

URGE UNA REFORMA POLÍTICA

CRISIS DE LAS INSTITUCIONES POLITICAS
por Claudio Chaves

UN POCO DE HISTORIA

Cayetano Ganghi era un italiano cocoliche que vivía en la calle Artigas, frente a la Plaza Flores. Inteligente y pícaro había descubierto la manera de vivir bien acumulando fortuna y poder. Solía visitar los velorios y por algunos pesos convencía a los deudos, alzándose con los documentos del finado. Les compraba también a los vivos. Llegó a tener dos mil quinientas libretas lo que lo hacía ufanarse y declarar provocativamente: “Roca es un poroto a mi lado”.

Ofrecía sus servicios al mejor postor y su figura se hacía imprescindible para ganar elecciones. Al menos en la ciudad de Buenos Aires. ¿En que consistían sus favores? En una trama que comenzaba en los velorios y culminaba el día de las elecciones.

Por aquellos años, fines del siglo XIX, las elecciones eran un formulismo cargado de mentiras y trampas. El padrón se confeccionaba en cada distrito electoral los tres domingos anteriores al día de elecciones. Tomando el caso de Buenos Aires, un distrito era una parroquia. Allí en el atrio concurrían los paisanos con “sus” documentos para anotarse. Eran los punteros. Se inscribían las veces que fueran necesarias con los documentos provistos por Don Cayetano. Se cuidaban las formas. Cambiaban de ropaje e indumentaria. Toda una maquinaria que se aceitaba con los dineros del Estado que administraban los políticos de turno. Clientelismo político como se dice ahora.

Lo narrado era por supuesto mucho más civilizado de lo que ocurría veinte años antes. Cuando a punta de pistola, arma blanca o cascotes se apoderaban de las mesas volcando el acto electoral para el lado del más violento o del dueño del aparato del Estado. Algunas de aquellas jornadas fueron vivamente narradas por un actor de aquel entonces: “Fue tanta la indignación de los vencidos, que como era de práctica en semejantes casos, trataron de atacar las mesas. Las pistolas y demás armas portátiles de fuego, eran patrimonio de los ricos, y el revolver todavía muy imperfecto, por lo que, la lucha, quedó casi librada al simple y primitivo cascote, pues se peleaba a distancia, y el arma blanca se reservaba para los entreveros. Se hacían transportar del bajo, ponchadas de cascotes, mientras que los otros arrancaban los ladrillos de los muros y cuanto tenían cerca, dejando sin un azulejo, la cúpula de la iglesia de la Merced” (Armesto, F.: Mitristas y Alsinistas. Ed. Sudestada. Bs. As. 1969. Pág. 16)

Ganghi, ¡al fin y al cabo! era un sofisticado prestidigitador de elecciones fraudulentas. Bastante más civilizado.

Todo este ejercicio de violencia se realizaba mediante una maquinaria electoral de profesionales a sueldo que iban desde matones de daga ligera o guapos a revolver que a pesar de Don Cayetano resolvían las diferencias a los tiros. Fue resonante el caso de Juan Moreira. “En los pagos de Navarro y Lobos se recuerda todavía la lucha a muerte entre el gaucho José Leguizamón, autonomista de Alsina, y Juan Moreira nacionalista de Mitre. En célebre pelea, antes de los comicios, Moreira mató de una puñalada a su adversario y nadie podía ganarle en los comicios donde se presentaba…” (Cárcano, Miguel Angel: Saenz Peña, la revolución por los comicios. Ed. Nuevo Cabildo. Bs. As. 1963. Pág. 76)


LA REFORMA ELECTORAL


En estas condiciones no había república y menos democracia. Así lo entendió Hipólito Yrigoyen (ese fue el sentido de su lucha) y también Roque Saenz Peña que impulsó la reforma.

Democratizar el poder político significaba acabar con el fraude y el clientelismo. Era preciso aniquilar a la oligarquía política que no necesariamente coincidía con la oligarquía social como lo ha venido a demostrar Roy Hora en su libro “Los terratenientes de la pampa argentina. Una historia social y política 1860-1945”

Esta oligarquía política se perpetuaba en el poder merced al férreo control del aparato del estado y de una clientela al servicio de aquellos. A donde había engorde marchaban los profesionales del clientelismo. El engorde era fundamento del sistema político. “Las soluciones para elegir los candidatos se realizan en reuniones de dirigentes, al margen de la masa del pueblo. Resuelto quienes son los ciudadanos que deben ser votados, se somete la lista de candidatos a los correligionarios que aceptan generalmente la decisión acordada. Los hombres alcanzan el poder por este procedimiento” (Cárcano, Miguel Ángel: Ob. cit. Pág. 92) Cualquier parecido con la actualidad corre por cuenta del lector.

Urgía una reforma política profunda y Saenz Peña la encaró. El padrón electoral sobre la base de un nuevo enrolamiento militar, la obligatoriedad del voto y una justicia independiente del poder político fueron las bases sobre las que se erigió un país más democrático y un pueblo más soberano. Es preciso remarcar que el nuevo enrolamiento militar al transformar la libreta en documento de identidad acababa con el monopolio de las mismas en manos de los agentes electorales. Era un mazazo a la oligarquía política. Fue la ley 8129. Luego se pasó a la discusión sobre el padrón electoral confeccionado sobre la base del militar. Finalmente fue aprobado. Ley 8130. Los funcionarios encargados de la realización del padrón serían los jueces federales.

Finalmente la lista incompleta cerraba el círculo sobre los gobernadores electores, puesto que al ingresar las minorías ya no era necesario arrimarse al estado para ser elegido. No pasó la exigencia de Yrigoyen de intervención de las provincias donde gobernaba el “régimen”.

Naturalmente no se solucionaron todos los problemas. Los más importantes, sí. Y comenzaron otros. ¡Pero así es la vida!

Hoy nos hallamos luego de veintiséis años de democracia con otros problemas, sin embargo algo nos emparienta con aquellos años. Una nueva oligarquía política, desgasta la república y la democracia. Urge desarticularla.


LA REFORMA POLÍTICA QUE SE VIENE

Llegado el caso de que en las elecciones del 2011 Kirchner fuera el candidato del partido peronista y frente a él una fórmula, aún desconocida, fuera liderada por Drácula el pueblo argentino no lo dudaría un instante, votaría a Drácula. Esto, el gobierno lo sabe. Siempre consultó las encuestas. Kirchner está terminado. Sin embargo sigue haciendo maldades. Es su especialidad.

Pretende ser la representación del peronismo que va perder en el 2011, conducir la oposición y salvaguardar su inmunidad. Kirchner intenta retroceder en orden. Veremos si lo consigue.

Para alcanzar ese objetivo propone una reforma política que los diarios anticiparon y que todo indica es para embromar al peronismo republicano.

Una de las novedades sería que para presentar candidato presidencial el agrupamiento que lo haga deberá estar reconocido en todos los distritos (24) con un porcentual del padrón a especificar. El peronismo de estado no tiene problemas, el radicalismo deberá arreglar algunas cositas y el peronismo republicano está embromado. Hasta ahora es muy poco lo que los referentes de esta vertiente han hecho juntos de manera que si la propuesta pasa por el parlamento los principales dirigentes provinciales del peronismo republicano deberán sentarse, construir una alternativa nacional en todos los distritos y promover un acercamiento del pueblo a las estructuras políticas. ¡Casi nada!

Aparentemente la propuesta buscaría fortalecer al radicalismo, lo que no está mal y fortalecer al peronismo de estado lo que es un dislate. Y nada más.

En definitiva promover artificialmente el bipartidismo como si fuera una realidad de nuestra historia. El bipartidismo será una realidad norteamericana y quizás europea pero de Argentina no tiene nada. Nuestra tradición no es el bipartidismo. Siempre tuvimos multiplicidad de partidos que no hace al caso enumerar.

El otro aspecto es la prohibición de aportes privados a las campañas, puesto que el Estado sería el responsable de proveerlos.

¡Como siempre el Estado todopoderoso!

Un punto esencial que no plantea la reforma gubernamental es el voto electrónico. ¡Es natural que no lo hagan! Puesto que va en la lógica perversa del clientelismo. De hacerlo se acabaría con el clientelismo político de los fiscales a sueldo y de los dirigentes ubicados en las listas porque tienen en su derredor profesionales del activismo. Francisco De Narváez está pagando caro su error, de allí que haya hecho una sana autocrítica: “tenemos que revisar nuestro sistema decisorio. En términos de quienes están convencidos de integrar una lista y quienes están por conveniencia. Nos hacemos cargo y pagamos el costo político por haberlo hecho” (La Nación 17/10/09). Pero claro para eso hay que construir un partido y no una fundación. El voto electrónico ayudaría y mucho al menos a independizar a las formaciones políticas del enjambre de vivillos a sueldo de los electores.

El famoso puntero político nexo entre el pueblo y los dirigentes. Abnegado ciudadano que llevaba inquietudes y traía soluciones ha devenido en una mercancía que se compra y se vende como Cayetano Ganghi. Todo está corrompido. Una oligarquía política se atrinchera en las organizaciones partidarias. Hay que barrerlas.

Voto electrónico, bancas del partido, fiscalización y control de los partidos políticos por un organismo ad hoc creado especialmente para eso, son algunas de las medidas a implementar para salir de la ciénaga en que nos hallamos sumergidos. Y cumplir como manda nuestra Constitución en su artículo 38.

COMUNICADO

PERONISMO FEDERAL: LA RESPUESTA

Después de la derrota del kirchnerismo en los recientes comicios, a los argentinos les embargó una especie de desazón: no solo no hubo ningún tipo de cambios en la política oficial, sino todo lo contrario, se profundizo el modelo de patoterismo bolivariano.

Diálogos, cooptaciones, y dilaciones varias, además de algunos vedettismos inexplicables, fueron el aporte de la oposición a este clima de desesperanza.

Por lo menos en la superficie.

El peronismo, ya con sus dirigentes legitimizados por el voto del pueblo, vino trabajando con paciencia oriental para acercar posiciones, consensuar proyectos, y establecer la agenda del País que todos necesitamos.

Y esto es el Peronismo Federal: un espacio en pleno crecimiento, con militancia e ideas, federal y nacional, abierto a la participación y la renovación, con experiencia y capacidad de gestión.

Ramón Puerta y Juan Carlos Romero comenzaron a escribir este capitulo hace meses, imaginando un escenario democrático y plural, donde los dirigentes del peronismo real lideren el cambio urgente que la Argentina espera.

Felipe Sola, Jorge Busti, Carlos Reutemann, Alberto y Adolfo Rodríguez Saa han dejado claramente demarcado el terreno de la lucha de ideas inmediata: el congreso Nacional.

El nacimiento del bloque de legisladores será el marco desde donde se pondrá freno no solo a las desastrosas iniciativas del oficialismo, sino también a la falta de rumbo y de seguridades que toda Nación requiere.

Se ha dado un paso muy importante: el primero.

El Partido y el País necesitan de un Peronismo Vital, Moderno, Inclusivo y Democrático.

Este es el tiempo de la construcción conjunta, no de candidaturas mediáticas.He aquí el desafío.


MAURICIO SILVA
U.Pe.Fe.
PERONISMO FEDERAL

octubre 19, 2009

UN DÍA PERONISTA

El festejo por el 17 de Octubre trajo por fin un alivio político. Mientras Néstor Kirchner y su mujer organizaron un acto para demostrar su convencido peronismo, con Antonio Cafiero de trofeo, y Mario Das Neves jugaba su modesta carta en el sur, la verdad hacía su aparición en otra parte. El gran festejo peronista, por lo que significa como punto de partida de la recuperación del PJ y de la reconciliación del peronismo con los argentinos hartos del abuso en su nombre, tuvo lugar en el acto organizado por Peronismo Federal, sigla que ha terminado por englobar a todo el peronismo no kirchnerista, incluyendo a Duhalde y Reutemann, no presentes pero adherentes.

Quedó así el dibujo nítido ante la opinión pública de la actual interna peronista: por un lado el kirchnerismo, por el otro Peronismo Federal. Por fin, dos; frente a frente. También, ha quedado firmemente estructurada la campaña para la recuperación del PJ, que comenzará por la recuperación del PJ bonaerense. El resto de los temas, cómo serán las propuestas, la modalidad de las alianzas y quienes serán los candidatos del futuro PJ, será discutido después. Ahora todos los que componen Peronismo Federal, encarnan la aspiración de un peronismo democrático, republicano y federal, y por estas tres banderas darán la batalla en común.

Una buena oportunidad para que el Peronismo Federal comience a conducir será la próxima discusión de la Ley de Reforma Electoral. Deberá instalar con toda claridad en la opinión pública, la conciencia de por donde los Kirchner pretenden ahora controlar el voto de los argentinos. La inminente discusión en el Congreso de esta ley exigirá una gran participación colectiva para abortar los caballos de Troya que se pretendan instalar en ella –como el Colegio Electoral- para que, por ejemplo, un Kirchner que consiguiera mantener subyugado al PJ, tuviese entrada a una nueva presidencia aún con el voto popular en contra.

Precisamos algunas reformas –como al eliminación de las listas sábana-- pero lo que más precisamos es garantía de honestidad y respeto por el voto que cada ciudadano emita. Hay que transmitir que las inequidades que pueda introducir esta ley no van a ir en contra de un presunto monopolio como en el caso de la ley de Medios ni en contra de una corporación productiva como en el caso de la 125, sino, esta vez, contra de todos y cada uno de los argentinos, esta vez con el único poder individual que al ciudadano le queda, su voto no respetado y manipulado bajo el amparo de una ley.

octubre 17, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Complicidad de la víctima
por Jorge Raventos


“Besé la mano del guardián
y lo ayudé a bruñir cerrojos
con esa antigua habilidad que tengo
para borrar innecesariamente
toda huella de bien habida corrupción.
Permití las tinieblas,
rigores me tranquilizaron.”


María Elena Walsh, Complicidad de la víctima

María Dora Anahí Sánchez sostuvo por una radio porteña de gran audiencia que el poder central “disciplina con plata a los gobernadores”; agregó: “se sabe perfectamente que a muchas provincias las presionan con el voto de los legisladores”. Y concluyó: “Lamentablemente tenemos que reconocer que no tenemos un país federal”.

Ni la señora Sánchez es una politóloga ni sus aseveraciones son frases extraídas de alguna tesis académica: ella es senadora por la provincia de Corrientes y esas declaraciones son, más bien, una confesión. La senadora trataba de explicar por Radio Mitre por qué motivos había respaldado con su voto la ley kirchnerista de medios audiovisuales inmediatamente después de calificarla como “un mamarracho” y “un mamotreto”. Con cierto candor, la senadora arguyó que “votando a favor de esta ley por la que estaba tan interesado el Gobierno por lo menos se puede suavizar la relación con Corrientes”.

Correcciones clandestinas

Néstor Kirchner había ordenado que en el Senado no se tocara ni una coma. “El oficialismo no quiso ni siquiera corregir errores notorios y notables del texto que llegó desde la Cámara Baja: había que aprobar a libro cerrado para el proyecto no volviera a Diputados”. Como estaba cantado, la norma se votó con fallas de compaginación que volvían incomprensibles algunas secciones. Para poner las cosas en orden, el oficialismo decidió rectificar esos errores clandestinamente y así promulgó y publicó un texto diferente del que el Congreso había votado. ¿Un escándalo? Seguramente lo sería en un país normal. En la Argentina K no es más que “un detalle”. Hasta diciembre el oficialismo cuenta con una mayoría residual en el Congreso (emanada no de la última elección, sino de las dos anteriores: 2005 y 2007) que desaparece en ocho semanas. Con esa relación de fuerzas se considera autorizado a hacer lo que quiera.

Que ante una situación de emergencia financiera un gobierno provincial cierre un trato pampa con el poder central es comprensible, aunque pueda ser cuestionable. Lo que se ve menos lógico es que, si tienen problemas de recursos, los poderes provinciales no corcoveen cuando la caja central se queda con fondos que en principio son reivindicables por los distritos. Aun si se admitiera que las provincias “hacían negocio” entregando el voto de sus legisladores para contribuir a la hegemonía mediática del kirchnerismo si a cambio recibían fondos frescos o promesas de obras (esas obras generalmente sobrevaluadas que construye la administración central), lo que no se entiende es que hayan repetido la conducta y apoyado sin tocar un punto otras normas, en las que podían haber peleado simultáneamente por su caja y por su autonomía: la ley de presupuesto, la extensión (por varios años, ni siquiera por un ejercicio, como era hasta ahora) de media docena de impuestos sin cambios en los criterios de distribución y los “superpoderes”, que permiten al gobierno central manejar a su gusto y sin controles decenas de miles de millones de pesos.

Con ese comportamiento, los poderes provinciales que respaldaron al oficialismo se complicaron voluntariamente en la situación que había descripto la senadora correntina: la de ser disciplinados con plata. Admitieron que del llamado impuesto al cheque la Nación sólo distribuya a las provincias el 15 por ciento; no abrieron la boca sobre los fondos que, cuando se inició la reforma de jubilaciones de los años 90 y el sistema estatal de reparto debía atravesar una transición deficitaria, las provincias derivaron al ANSES (15 por ciento de la masa coparticipable). Hoy, cuando ANSES declara superávit y se ha transformado en una caja de financiación del sector público central, ¿no deberían volver esos fondos a la coparticipación de donde se extrajeron?

Los poderes provinciales que respaldaron los proyectos del oficialismo se contentaron con la modificación de la ley de Responsabilidad Fiscal, que –en lugar de los fondos que las provincias pueden reclamar- les entrega la libertad de endeudarse en gastos corrientes, al suspender por dos años los límites legales que lo impedían.

El centralismo fiscal


Conviene recordar algunos hechos. El país se encuentra en mora en cuanto a la discusión y establecimiento de un nuevo régimen de coparticipación federal. La Constitución de 1994 estableció un plazo de dos años para votar una nueva ley en la materia, que reemplazar la que en 1988 se aprobó con acuerdo de los grandes partidos. Todavía no se ha cumplido aquel mandato constitucional.

La Ley de 1988 aseguraba a las provincias el 57,66 por ciento de la recaudación de impuestos nacionales y, aunque fue modificada en 1992, las provincias nunca –ni siquiera durante la dictadura militar- recibieron en concepto de coparticipación porcentajes más bajos que los que perciben actualmente. En la década del 90 las provincias recibían automáticamente el 43 por ciento de los ingresos de la Nación; bajo la presidencia de Fernando De la Rúa, el 40,9 por ciento.Durante los gobiernos militares el porcentaje había sido de 32,6 por ciento. Hoy, apenas supera el 30 por ciento, lo que transgrede la Ley 23548 (art.7) que fija un piso mínimo del 34 por ciento.

El gobierno central transfiere, por fuera del régimen de coparticipación, pero justamente ese sistema es el que refuerza la dependencia y vulnerabilidad de los gobiernos provinciales, ya que esas transferencias discrecionales responden a un toma y daca cuyo objetivo es el disciplinamiento forzado: reciben por vía de concesión graciosa del poder central lo que en la coparticipación es automático y propio. Es obvio que este sistema vampiriza la autonomía política de las provincias. No puede existir un auténtico federalismo político que no estésustentado en la autonomía financiera de los estados provinciales. Por la inversa, cuando el gasto provincial se financia con recursos que emanan de favores de la caja central, cede la autonomía y se está en presencia de gobiernos provinciales débiles y dependientes.

Alieto Guadagni sugiere comparar con el caso brasilero “donde la tercera parte de los ingresos tributarios es captada directamente por los estados y municipios, y donde el impuesto que más recauda no es federal sino estadual”. De ese modo, apunta Guadagni, “ se consolida la autonomía política de los estados provinciales, ya que Brasilia solamente les financia la quinta parte de sus gastos, por este motivo los gobernadores ejercen su representación de los intereses locales sin ninguna atadura que los sujete por cuestiones de caja. Son así verdaderos gobernadores y no delegados del poder central."

Acá, en cambio, puede hablarse de “complicidad de la víctima”. La falta de insistencia, trabajo político y coordinación de los poderes provinciales para defender sus derechos ante el poder central los entrega, atomizados y vulnerables, a la dependencia en un proceso de concentración que actúa como un gran agujero negro. El resultado es que, pese a varios años en los que la economía mundial puso viento en las velas de la economía argentina, hoy hay más pobreza en la sociedad, es decir: provincias, empresas y ciudadanos más pobres. Y un país sin inversión, lo que se vuelve una carga para el futuro.

Estilo K

La gran fuerza concentradora se llama Néstor Kirchner: él manda, él dispone, él impone el ritmo, la intensidad y el estilo de los conflictos. Por la naturaleza de su sistema de poder, todo el dispositivo del oficialismo le está subordinado. Las cosas que ocurren en la esfera del poder, ocurren porque él las ordenó o porque él las aprobó.

Hoy se sabe que hasta se ocupó personalmente de seducir tránsfugas del Pro para que votaran los proyectos del oficialismo.

¿Es posible imaginar que el Canal 7 difunda un video anónimo, amañado por agentes de inteligencia, como el que intentó golpear a un prestigioso periodista del diario La Nación sin que Olivos lo apruebe? ¿Es posible que exista, lisa y llanamente, esa operación sin el úkase correspondiente? ¿Es posible (para no dejar de analizar la hipótesis) que esas decisiones y las ruindades que las acompañan corran por cuenta autónoma de un alma buena como el director de medios públicos o de los campeones de la ética que actúan de periodistas en el programa que hizo de hueco de salida de la operación de inteligencia? Las respuestas son obvias. Para Gerardo Morales, el principal vocero del radicalismo, no hubo dudas sobre la inspiración política de los grupos que el viernes arrasaron el salón de San Salvador de Jujuy donde debía participar de un panel y atacaron a los presentes, público y disertantes.

Otro tanto puede decirse sobre el proyecto de investigación compulsiva de ADN que el oficialismo ya aprobó en comisión en el Congreso y al que se refirió con vigor Elisa Carrió. No será la primera vez que bandera de los derechos humanos es empleada para una guerra particular.

Néstor Kirchner moviliza sus módicos ejércitos en distintos frentes, mientras en sus discursos enarbola por estos días “las banderas del amor y de la justicia". Conviene, siguiendo su viejo consejo, juzgarlo por lo que hace, antes que por lo que dice.Lo significativo es que, en paralelo con sus iniciativas, lo que se registra en el seno de la opinión pública es una caída continua en la imagen del ex presidente, tanto como en la de su señora esposa. Ambos orillan apenas los 20 puntos de imagen positiva en línea descendente.

Decadencia y ofensiva

Esa doble, en cierto sentido paradójica, circunstancia –imagen en decadencia, arrolladora ofensiva- se traduce en una agresividad en ascenso y en el mensaje implícito de que para Kirchner todas las batallas son “existenciales” (ponen en juego la existencia). Ese mensaje es el que algunas de sus víctimas y algunos de sus adversarios empiezan ahora a decodificar, a medida que van perdiendo las ilusiones en alcanzar acuerdos o consensos con Olivos. Parece claro que para Néstor Kirchner cualquier consenso se reduce a que los demás firmen al pie de las cláusulas que el redacta. De lo contrario…

Pese a algunas muestras externas de disciplina y hasta obediencia, en el peronismo se observa un hormigueo de inquietud: si la ofensiva de Olivos está destinada –como muchos temen- a culminar en una candidatura presidencial de Néstor Kirchner, el justicialismo estaría seguramente condenado a la derrota. Sin duda nunca superaría un ballotage. Y muy probablemente caería antes, sin llegar a esa fase decisiva.

En la provincia de Buenos Aires, en el poblado conurbano, una legión de intendentes peronistas está tratando de independizar las elecciones municipales de las elecciones provincial y nacional. “Si tenemos que perder, que sea por pecados nuestros, no por tirarnos al agua con un salvavidas de plomo”, resume la idea un jefe territorial. Los intendentes quieren autonomía táctica en cualquier caso. Muchos de ellos están analizando caminos alternativos a las boletas que pueda urdir Olivos. Un número importante alienta discretamente el armado de la Confederación de Agrupaciones Peronistas que impulsa Eduardo Duhalde para darle batalla a Kirchner en el distrito estratégico –la madre de todas las batallas- y en la puja por el control del peronismo.

Las víctimas de la agresividad K empiezan a alejarse de la servidumbre voluntaria, comienzan a cavar túneles de escape, tejen incipientes conspiraciones de autodefensa para recuperar la autonomía. No es negocio disciplinarse bajo la agresividad ni tras la decadencia.

octubre 15, 2009

17 DE OCTUBRE

La Peña Eva Perón invita a participar en el acto en conmemoración del Día de la Lealtad que tendrá lugar el próximo sábado 17 de octubre a las 17 horas, en el estadio de Obras Sanitarias, Avenida Libertador 7395 de la ciudad de Buenos Aires.

octubre 12, 2009

LA POLÍTICA O LA GUERRA POR OTROS MEDIOS

Terminada la vergonzosa votación de la ley de medios en el Senado, con la sumisión irresponsable de muchos senadores a las pretensiones manifiestamente anticonstitucionales del Poder Ejecutivo, la guerra contra éste continúa. Sin duda, con la misma intensidad con que este Poder ataca al pueblo al que debería expresar. Las armas de esta guerra despareja, en la cual el Poder Ejecutivo cuenta aún con su mayoría caduca, sólo pueden ser las de la política más refinada. ¿Cómo oponerse si no, sin el mayor de los ingenios y la más firme de las voluntades, a la violencia y prepotencia de los métodos de un Ejecutivo inescrupuloso?

De todas las oposiciones, la que más debe esmerarse es la interna en el Partido Justicialista. Esto, en especial, en vísperas de que sea presentada en el Congreso la Ley de Reforma Política, amañada para servir también a los intereses totalitarios y oligárquicos del actual minúsculo grupo gobernante que, a pesar, de lo reducido, mantiene en jaque a la Nación. Con el reingreso de Duhalde a la lucha por la reorganización democrática del PJ, son varios ya los que están en condiciones de acelerar y controlar ese proceso. Ante los atropellos del Ejecutivo, se debería también contar con una renovada conciencia y participación en este tema del hasta ahora dormido y prescindente Poder Judicial. Los Kirchner, si bien controlan aún los botones del Poder Ejecutivo y, por dos meses más, la mayoría en ambas cámaras, no controlan del todo el Poder Judicial y, por cierto, mucho menos al gran conjunto del justicialismo, donde además de Duhalde, están los Rodríguez Sáa, Carlos Reutemann, Juan Carlos Romero, Felipe Solá, Ramón Puerta, José Manuel de la Sota, Carlos Menem, las figuras bisagra de Francisco de Narváez y Domingo Cavallo, y el gran aliado Mauricio Macri. Diferentes líneas internas de un espacio común, seguramente también diferentes equipos y diferentes propuestas, también diferentes aspiraciones, presidenciales o no, pero todos con una fuerte identidad común: antikirchneristas por convicción, habitantes del mismo espacio político abierto por Perón y nítidamente diferenciado del radicalismo (el otro gran partido) y republicanos y democráticos a rajatabla, aún debiendo pedir perdón por un pasado quizá menos lúcido. Alta política es mantener esa unión en conciencia de que se está combatiendo por la expresión de todos y de cada uno en ese espacio común, y por el derecho de los afiliados y del pueblo en general, a elegir entre todos ellos al que mejor los exprese en un momento dado.

Se trata de seguir una regla clara y compartida por todos. Antes que la loable “Moncloa” del bipartidismo, hay que hacer la Moncloa de TODOS los candidatos del PJ y crear una mesa común, capaz de atender a lo primero: sacar el PJ de las manos de los Kirchner y devolverlo a los argentinos.

octubre 10, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Los efectos de la confrontación
por Jorge Raventos


Como había sido previsto, el gobierno consiguió en tiempo récord que el Congreso (donde mantiene mayoría hasta diciembre, cuando asuman los legisladores electos el 28 de junio) le entregase obedientemente la ley de medios electrónicos a la que aspiraba.

El gobierno empeñó en ese objetivo un enorme esfuerzo y desencadenó una suma de presiones para sumarle apoyos a su proyecto. En esa tarea no miró pelo ni marca: se pegó al catamarqueño Ramón Saadi, al bussista tucumano Carlos Salazar, al derrotado radicalismo K de Corrientes y al ARI fueguino; prometió ayudas económicas a algunos y respaldos de diferente carácter a otros, para disimular esqueletos ocultos en algunos roperos. Tuvo una formidable capacidad de persuasión: senadores que hasta unos días antes calificaban la propuesta oficial de “mamarracho” y hasta habían suscripto documentos de rechazo al proyecto se convencieron de que estaban equivocados y votaron lo que sugería la Residencia de Olivos.

Néstor Kirchner no podía darse el lujo de perder en el Senado; ni siquiera de obtener una victoria limitada a la aprobación en general del proyecto pero que cuestionara algunos artículos que juzga esenciales; por eso, el oficialismo no quiso ni siquiera corregir errores notorios y notables del texto que llegó desde la Cámara Baja: había que aprobar a libro cerrado para el proyecto no volviera a Diputados, pues allí no alcanzarían los votos para una aprobación con mayoría especial.

Néstor Kirchner no ha conseguido reponerse aún de la derrota electoral del 28 de junio, cuando perdió con las reglas de juego que él mismo impuso (fecha adelantada, candidaturas testimoniales) y en lo que él mismo caracterizó como un plebiscito. Un nuevo retroceso ocasionado por otra batalla que él eligió dar habría dejado en evidencia el creciente vaciamiento de su poder. Se dijo en esta columna que para él, la perspectiva de que la ley fuera “aprobada sin tocarle una letra y cumpliendo estrictamente su voluntad tiene una lectura política inequívoca: es una manera de exhibir (ante los ajenos, pero sobre todo frente a los propios, asechados por el escepticismo) que el mando sigue residiendo en Olivos”.

La madrugada del viernes al sábado representó un alivio. Pero no alcanza para tranquilizar a Kirchner.La dinámica de confrontación permanente se agudiza a medida que se aproxima la fecha en que el gobierno perderá la mayoría numérica en el Congreso. El 10 de diciembre el oficialismo se quedará sin “la escribanía parlamentaria”, donde ha conseguido casi automáticamente durante seis años transformar sus voces de mando en leyes de la República o asegurarse la concesión de facultades extraordinarias o la cesión de atributos propios del Legislativo.

Paralelamente, las encuestas registran el continuo hundimiento de la imagen de la pareja gobernante en la opinión pública, donde apenas cosecha un 20 por ciento de adhesiones. Como alguien señaló por estos días, Kirchner nunca fue amado y cada vez le cuesta más ser temido.

Por eso necesita sobreactuar su actitud confrontativa y ejercerla sin descanso. Allí es donde entra la nueva fase de la ofensiva oficialista de Primavera: el intento de desembarco hostil en Papel Prensa, la empresa en que los diarios Clarín y La Nación conviven con el estado como tercer accionista (28 por ciento de las acciones). Kirchner envió allí a uno de sus mosqueteros preferidos, Guillermo Moreno, y éste se hace personificar por Beatriz Paglieri (una de sus espadas en el INDEC) a quien ya colocó en el directorio de la papelera, pero no por ello omite su propia acción directa.

Moreno cree tener la fórmula, si no para que lo amen, al menos para que le tengan miedo. “Afuera tengo a mis muchachos, expertos en partirle la columna y hacerle saltar los ojos al que hable”, dijo – entre otras lindezas- el 14 de septiembre a un grupo de representantes estatales en la conducción de la papelera a quienes arengó en su oficina sobre la necesidad de controlar (intervenir, expropiar) la empresa y reclamó discreción y silencio sobre lo que allí se conversaba; aquella mención a “mis muchachos” pretendía darle énfasis a su exhortación. Uno de los funcionarios advertidos por Moreno, Carlos Collasso, narró lo ocurrido ante un escribano. El acta así librada es la base de una acción judicial contra el secretario de Comercio y su revelación ha generado un revuelo político considerable.

Las amenazas del secretario de Comercio no suenan como un inocente exabrupto en un país en el que, en vísperas de una elección provincial suceden muertes misteriosas maquilladas de suicidio.El acta de Collasso no parece haber sido la única reacción a aquellos raptos de ira de Moreno en los que invocaba “expresas instrucciones de la señora Presidente”. Hubo también renuncias. Una de ellas es particularmente significativa, pues corresponde a Mauricio Mazzón, hijo de Juan Carlos Mazzon, el jefe de la Unidad Presidente de la Casa Rosada y experto tejedor de operaciones políticas del oficialismo en provincias. El joven Mazzon es uno de los miembros estatales del directorio de la papelera y fue uno de quienes recibió más directamente las maldiciones y amenazas de Moreno el 14 de septiembre. Mauricio Mazzon y otro dimitente, Juan Drucker, procuraron divorciar su alejamiento del episodio Moreno (“de ninguna manera nuestras renuncias al directorio de Papel Prensa están relacionadas con ningún hecho vinculado a las versiones que son de conocimiento público"), pero no desmintieron la narración de Collasso. Si bien se mira, la aclaración parece confirmarlos.

La atmósfera confrontativa que suscita el oficialismo va así recalentándose: al acoso a algunos sectores y al embate contra el equilibrio y la sustentabilidad de las empresas atacadas, se suman abiertas amenazas de violencia física. ¿Piensa acaso el oficialismo que el país –y el propio gobierno- está en condiciones de soportar ese clima de tensión creciente durante los dos años que restan hasta el 2011? La lógica constante de Néstor Kirchner de levantar permanentemente las apuestas, que –más allá de su plausibilidad- parecías sostenible cuando el gobierno contaba con amplios márgenes de respaldo en la opinión pública y con una caja bien forrada, se le torna peligrosa después de la derrota electoral de junio, de la estrepitosa caída de su imagen y del aislamiento internacional que experimenta.

Los sectores acosados por el gobierno (y a esta altura quedan pocos que no hayan padecido sus embates) así como los que sufren las consecuencias de su “modelo” (que incrementó en 3 millones el número de pobres en los últimos tres años) no son la oposición política. Los partidos de la oposición pueden vacilar entre jugar fuerte ahora o guardarse para las elecciones de 2011. Los que se sienten existencialmente amenazados no tienen ese margen. En política también se manifiesta el principio físico de acción y reacción.

octubre 09, 2009

DOCUMENTOS PERONISMO FEDERAL



Distribuido por la Agrupación 8 de Octubre.

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PUERTA, REUTEMANN, ROMERO, RODRIGUEZ SAA, SOLA
LA FOTO DEL PERONISMO QUE VIENE


Luego de la derrota del oficialismo, y lo que es mas importante, del triunfo del Peronismo (solo para citar una referencia Santa Fe, Buenos Aires, y el conjunto de las provincias suman MAS LEGISLADORES PERONISTAS QUE KIRCHNERISTAS), la sociedad argentina esperaba un cambio.
Diálogos, Cooptación, Aprietes, Papelones internacionales, son apenas algunas de las perlitas que claramente demuestran que la administración de Néstor no solo no cambia, sino que profundiza el caos.
Frente a esta realidad, surgía la pregunta imprescindible:
¿El Peronismo donde esta? El peronismo moderno, de la producción y del trabajo, de la solidaridad y del progreso, de la democracia y las instituciones, de las mayorías que quieren la paz y la patria parecía, en apariencia, estar ausente.
Hasta ahora.
La reunión de estos dirigentes GANADORES, CON PRESENCIA TERRITORIAL, CON EXPERIENCIA EN LA GESTION, y sobretodo con VOCACION FEDERAL Y FRENTISTA, deja claramente establecido el parámetro por donde va a comenzar (o ya lo hizo) la reconstrucción del peronismo (primero) y de la sociedad nacional (como consecuencia inmediata).
Ramón Puerta, Juan Carlos Romero, Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saa y Felipe Sola expresan en este gran gesto de unidad la exigencia militante de renovación, territorialidad e ideas que los peronistas y los argentinos todos veníamos esperando.
Que esta “foto” sea el comienzo de una película con final feliz, es responsabilidad de todos.
Buenos Aires, 9 de octubre

MAURICIO SILVA
U.Pe.Fe.

PERONISMO FEDERAL

octubre 07, 2009

CON BANDEJA DE MASAS FINAS, LLEGÓ DUHALDE

Él es, por lo menos, de los que no se olvidan de los cumpleaños. Y llegó con su propia "atención", un día antes, para anunciar al resto de la familia que se va a encargar él mismo de ordenar el PJ. Nadie más adecuado, ya que conoce mejor que nadie el origen del desorden (también el del actual desorden de la Argentina, está vez sí, ahogada o a punto de, y reclamando, esta vez sí, sus mejores dotes de bañero y no de capitán). Su reingreso oficial en la disputa suena a reparación. El peronismo es cristiano y perdona, sobre todo cuando hace falta una ambulancia.

En su bandeja, trae la voluntad de hacer del PJ el otro polo del bipartidismo, y un entendimiento con muchos radicales embarcados en la misma cuestión. Este foro viene reclamando lo mismo desde su primer día. También parece haber comprendido que el polo peronista requiere amigos afines, y viene de visitar a Aznar en España, lo cual, sin ser todo lo que hace falta, es algo. Quiere hacer un conglomerado de partidos bajo la sigla del PJ: perfecto, va a conseguir nuevos amigos si se porta bien. Comprometido con hacer del PJ una fuerza democrática y republicana, tiene todo lo que hace falta para cumplir con este objetivo y conseguir el apoyo de todo el peronismo disidente para ese fin. Dice que quiere ser presidente otra vez. Cómo no, para eso el PJ tendrá por fin internas: él podrá competir con otros, incluyendo los de los partidos del conglomerado.

Masitas dulces, bien elegidas. Llegan a tiempo, además, en una hora en la cual cualquier noticia resulta buena, comparada con la nada.

octubre 04, 2009

EL REGALO DE CUMPLEAÑOS

El próximo jueves 8 es un nuevo aniversario del nacimiento del General Perón. Quizá los Senadores peronistas de la Nación quieran hacerle un regalo de cumpleaños el viernes, recordando que están donde están por ser peronistas y no por ser kirchneristas. La diferenciación viene al caso porque muchos confunden en estos días qué significa lealtad. Todos ellos, incluyendo los Kirchner que ya no son recuperables por ejercer la conducción, han aprendido que lealtad a Perón es antes que nada lealtad al pueblo. Hoy como ayer, su misión es servirlo. Fue la enseñanza de Evita, también, para quienes gusten de citarla como instancia revolucionaria superior al mismo General, y su última recomendación y legado; cuidar a Perón era cuidar al pueblo, y viceversa.

El General dejó de regalo al pueblo las creencias de éste articuladas en una doctrina escrita, como la Constitución no oficial del sentir profundo del pueblo más sencillo y humilde, como el conjunto compartido de normas y valores tradicionales que después, toda una generación de jóvenes vendría a cuestionar para luego, en su gran mayoría, regresar a la tradición. También el General dejó de regalo un instrumento, el Partido Justicialista, y no murió sin antes advertir que “Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada”, iniciando así la etapa plenamente institucional de un justicialismo que tendría siempre la tentación de retroceder a sus etapas iniciales, contestatarias, las del comienzo de la revolución.

Poca esperanza se puede tener en el peronismo, cuando los últimos peronistas vivos -- los que conocieron, obedecieron y se enrolaron en la doctrina y conducción de Perón, o sea en la lealtad jurada al pueblo argentino -- se confunden y creen que deben su lealtad a dirigentes que vienen equivocando el rumbo desde hace un buen rato. Olvidan la sabia recomendación del General de servir al pueblo, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes. Todo parecería perdido cuando, desde los lugares que les ha dado el pueblo permanente y no un dirigente ocasional y descartable, permiten todo fuera de la ley –desde la manipulación antidemocrática en el Partido Justicialista hasta la más descarada corrupción desde el Estado, pasando por la tergiversación de una doctrina que el pueblo no se ha cansado de reivindicar frente a los atropellos a sus más íntimas creencias.

Sin embargo, otro de los regalos del General, para que no nos desorientemos en la eterna lucha argentina entre el bien y el mal, fue el de recordarnos la existencia y eterna vigencia de los “anticuerpos” en ese cuerpo vital del movimiento nacional. Ese último recurso de los organismos vivos contra la infección ideológica, la proliferación de células malignas y aún dentro de ese aparente coma agónico que, por su accionar, invariablemente termina en milagrosa recuperación. Diría aquel simpático dirigente santafesino, como el Gato Félix.

Tal vez sea la hora de retribuir a tanto regalo recibido. La hora también de reaccionar con entereza frente a la usurpación y de regresar a la mejor de las tradiciones, para seguir avanzando en la renovación y la modernización. La hora, en fin, de renacer en la esperanza, esa que nunca abandona a los que están por el bien. La esperanza, como tradición de este pueblo, también es doctrina.

octubre 03, 2009

Panorama político nacional de los últimos siete días

Ofensiva de primavera,
contraofensiva de verano
por Jorge Raventos


“Néstor no se fue ni se irá" Hugo Chávez (Isla Margarita, 25/09/09)

“Sólo nos iremos si nos echa la gente”
Emilio Pérsico (Buenos Aires, acto
piquetero oficialista 15/09/09)

El oficialismo está embarcado en su ofensiva de primavera: ha empeñado todas sus fuerzas y desplegado infinitas presiones para sacar del Congreso antes de que concluya octubre su proyecto de Ley de Medios sin más modificaciones que las escasas que se vio obligado a admitir cuando el proyecto se discutía en la Cámara de Diputados. Pese a todos esos afanes, aunque está convencido de que la votación general ocurrirá antes del próximo fin de semana y allí contará con suficientes votos, Néstor Kirchner no tiene todavía la seguridad plena de que el tratamiento en particular de la norma no le depare sorpresas desagradables. Las objeciones de conciencia de algunos senadores oficialistas o aliados pueden contribuir a que se introduzcan cambios en cláusulas que para Olivos son centrales: en particular la que fuerza a los grupos de medios a deshacerse de licencias en un plazo de un año.

Kirchner espera que ese emplazamiento permita a inversores nuevos (no nuevos para él, claro) ingresar en el negocio a precios convenientes. La idea de que la ley termine admitiendo plazos más extensos, de hasta tres años, como ha sugerido la oposición, lo pone muy nervioso: las elecciones presidenciales son en 2011 y él sueña con llegar a ese momento con la escolta de varios grandes medios adictos.

Además de las motivaciones específicamente ligadas al contenido de la ley, para Néstor Kirchner la perspectiva de que sea aprobada sin tocarle una letra y cumpliendo estrictamente su voluntad tiene una lectura política inequívoca: es una manera de exhibir (ante los ajenos, pero sobre todo frente a los propios, acechados por el escepticismo) que el mando sigue residiendo en Olivos. “Néstor no se fue ni se irá”, lo alienta desde Caracas su amigo Chávez. “Sólo nos iremos si nos echan”, resume desafiante el piquetero oficialista Emilio Pérsico. Ambos explicitan un diagnóstico y un programa, tanto para el oficialismo como para sus adversarios.
La ofensiva de primavera busca afirmar y acumular todos los instrumentos y recursos de mando posibles, antes de que el Congreso cambie de signo en diciembre con la incorporación de los electos el 28 de junio.

Mientras procura estos avances, el gobierno revela implícitamente la naturaleza defensiva de su estrategia, iniciando un repliegue sobre varios frentes. Un paso adelante, dos pasos atrás. Veamos: cuando la señora de Kirchner descubre -¡seis años después!- que los piquetes y los cortes de calles y rutas “impiden el ejercicio de los derechos de los otros“ lo que hace es confesar algo que quedó establecido por las luchas del campo del año 2008: el oficialismo perdió el control de la calle y ya no son más los piquetes y marchas propias las que prevalecen, sino que la calle es escenario de fuerzas ajenas y hostiles al gobierno, desde las movilizaciones agrarias a las de sectores que protestan contra la pobreza, el desempleo o por reivindicaciones ciudadanas o específicamente gremiales. Ante esta constatación, el gobierno se prepara para afrontar un desafío al que no estaba habituado. Ha producido sus primeros ensayos enfrentando la movilización de los trabajadores de Kraft, en un conflicto en el que el poder central estuvo dormido durante semanas.

Del mismo modo que perdió el control de la calle, el oficialismo ha extraviado la llave de la caja, otra de sus clásicas palancas de mando. No se trata de que el gobierno haya renunciado al manejo de la caja y al trapicheo con gobernadores e intendentes: lo que sucede es que la caja se ha ido encogiendo. Por eso, hay que echar subsidios por la borda, hay que recortar y mezquinar fondos a las provincias y, sobre todo, hay que buscar financiamiento externo. No hay plata, sin embargo, para una Argentina rodeada por la desconfianza. De allí que, con disimulos que nunca son suficientes, los Kirchner han emprendido el camino de Damasco o, más bien, el de Washington, donde está ubicada la sede central del Fondo Monetario Internacional.

Dominique Strauss Kahn, el número uno de la entidad, confesó que la propia señora de Kirchner había conversado con él y que pronto Argentina y el FMI tendrán “una relación normal”. Es decir: una relación regida por las normas, no un trato excepcional como el que los Kirchner estaban empeñados en tener…cuando no eran inquietantes las perspectivas de financiamiento. En breve el gobierno volverá a exhibir las cuentas ante el Fondo, para que sean debidamente examinadas. Se trata de otro notorio repliegue de Kirchner.

¿Y qué decir de la decisión de convertir a Agricultura de secretaría en ministerio, como inveteradamente reclamó el campo? Es cierto (y lo señaló Eduardo Buzzi, primera espada de la Federación Agraria) que esa transformación y “que Agricultura sea ministerio, en el esquema Kirchner, no es garantía de nada".

No es garantía de nada, pero si es admisión de algo: el gobierno siente su debilidad creciente y trata de distender la situación en algunos sectores; realiza maniobras envolventes para tabicar a las fuerzas hostiles y retardar su articulación y unidad. Para eso tiene que hacer concesiones.

Lo del ministerio agrario no es el único paso atrás. Otro, obligado, ha sido la remoción de Emilio Eyras de la conducción de la ONCCA, escorada tras el descubrimiento de la entrega de millones de pesos en subsidios irregulares. La salida de Eyras debilita otra pieza floja de la construcción kirchnerista: el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, ya golpeado tras el blooper de la invasión de cientos de inspectores impositivos en la sede del Grupo Clarín.

Otra evidencia del debilitamiento: a Néstor Kirchner se le achica la cantera para seleccionar funcionarios. Para reemplazar a Eyras tuvo que importar de Santa Cruz a su contador personal, Juan Manuel Campillo. El será quien administre ahora los mil millones de dólares que –sin demasiada transparencia- maneja el ente para pagar subsidios y compensaciones.

Kirchner mantendrá el ritmo de su ofensiva de primavera por las diez semanas que restan hasta el final del mandato de este Congreso. Tal vez antes de eso, anticipándose incluso al almanaque, se inicie la contraofensiva del verano.
Échenle la culpa a Pérsico.