AVISO

A partir del 1° de Diciembre, este foro cesa su actividad, atento a que la nueva etapa de formación de líneas alternativas dentro del peronismo requiere, más que la ya agotada discusión acerca del PJ, un trabajo específico de análisis y propuestas que puedan fortalecer a los nuevos liderazgos peronistas liberales.

Nuevas notas en nuestra nueva página:

PERONISMO LIBRE
LA REVISTA DEL PERONISMO LIBERAL
http://peronismolibre.blogspot.com/

Últimas entradas

noviembre 28, 2009
Panorama político nacional de los últimos siete días
El ruido de un poder que se desploma

por Jorge Raventos

noviembre 25, 2009
POLITICA, CORRUPCIÓN Y BARRAS BRAVAS

por Claudio Chaves

noviembre 23, 2009
COMUNICADOS DE PRENSA - Del 23 al 30 de Noviembre

noviembre 23, 2009
LAS VÍSPERAS

diciembre 03, 2008

Documento Histórico

MEMORIA / Diálogo inédito
(Valioso material publicado en Enfoques del diario La Nación hace diez años y rescatado para el Foro por Jorge Raventos)

El nacimiento de la patria peronista



En diciembre de 1944, un puñado de hombres clave asistió a una reunión reservada en la que Perón, vicepresidente del gobierno de facto, anticipó con precisión implacable cómo sería la Argentina bajo su poder.

Domingo 17 de mayo de 1998 Publicado en edición impresa

EN diciembre de 1944, la situación del gobierno de facto presidido por el general Edelmiro J. Farrell se había tornado muy difícil. La guerra mundial estaba en su última etapa y el triunfo aliado era incontenible. La posición neutralista del gobierno argentino lo había aislado del resto de los países latinoamericanos y de los Estados Unidos. La oposición interna exigía insistentemente la normalización institucional y las presiones acosaban al régimen militar.

En este contexto, el 12 de diciembre se realizó una reunión reservada entre el coronel Juan Perón y un grupo de personalidades vinculadas a sectores financieros, cuya lista se detalla aparte. La transcripción de lo conversado en esa ocasión quedó en manos de la familia del doctor Augusto Rodríguez Larreta y ahora se da a conocer por primera vez.

Es interesante subrayar que el invitante fue Mauro Herlitzka, directivo de Sofina, el holding al que pertenecía la Chade, compañía de electricidad que proveía de energía a Buenos Aires y que en 1938 protagonizó un gran escándalo al obtener la prórroga de su concesión.

Perón siempre tuvo buenas relaciones con la Chade y durante su gobierno la empresa nunca fue molestada. En la carta que envió desde Martín García a Eva Duarte, el 14 de octubre de 1945 (publicada por primera vez en El 45), le dice: "El amigo Brosen (sic) puede serte útil en estos momentos porque ellos son hombres de muchos recursos". Se trataba de René Brossens, a la sazón gerente de la Chade.

Además, según la transcripción de la reunión antedicha, Perón concurrió acompañado por el doctor José Figuerola, vinculado profesionalmente a la Chade, quien luego desempeñaría un cargo importante en su gobierno.

Es interesante destacar las posiciones expuestas por Perón en relación con sus interlocutores, difícilmente compatibles, así como la seguridad con que expone lo que considera su fuerza política.

El lector juzgará el valor histórico de este documento.

La amenaza comunista

Herlitzka: -Tal vez quisiera el señor coronel exponer algunos puntos de vista sobre la situación general del país, en estos momentos tan graves.

Perón: -La situación general del país parece un tema amplio. Entiendo que lo que a mí corresponde es hablar del problema social, de la obra que realizamos en la Secretaría del Trabajo. Para apreciar nuestra obra en este aspecto, es necesario recordar el estado en que se hallaba el país cuando hicimos la revolución. Existía ya una importante organización comunista. El comunismo argentino estaba en la primera de las dos etapas comunistas. Viene primero la etapa del comunismo de acción y después la etapa del comunismo de masas. El comunismo de acción se caracteriza por la ocupación por miembros del Partido Comunista de los cargos directivos de las entidades obreras. Son esos hombres, desde esos puestos estratégicos, los que están destinados a realizar la acción de proselitismo. Puedo afirmarles que el cuarenta por ciento de los dirigentes obreros eran comunistas.

Hirsch: -¡Cuarenta por ciento!

Herlitzka: -Es un porcentaje alarmante.

Perón: -La situación era grave. Por eso les digo a quienes se quejan de algunas medidas del Gobierno, que les resultan onerosas, que es mejor resignarse a entregar una parte de lo que se tiene, que no perderlo todo.

Rodríguez Larreta: -Si me permite el señor coronel, nosotros -me refiero a este sector- no estamos aquí porque nos preocupa la conservación de intereses materiales. Son otras nuestras preocupaciones...

Perón: -Esos dirigentes obreros comunistas son los que están hoy en Martín García y en Neuquén, porque los he metido presos a todos. Felizmente tuvimos tiempo de anticiparnos a la realización de los planes que los comunistas tenían preparados. Poco tiempo después del 4 de junio debió estallar una huelga general revolucionaria. Pero nosotros transamos con ellos y conseguimos postergarla. Entretanto, convencido yo personalmente de que el Departamento Nacional del Trabajo estaba colocado bajo la dirección de un funcionario que no le hacía rendir buenos frutos, propicié la creación de la actual secretaría de Trabajo y Previsión, y pasé a actuar al frente de ella. El problema consistía en resolver la cuestión social. En realidad, frente al comunismo, sólo se puede adoptar una de las siguientes actitudes: 1) destruir por la violencia toda organización comunista; 2) hacer a los obreros promesas que no se cumplen, como antes; 3) quitarle su razón de ser, satisfaciendo con justicia las reclamaciones obreras. Es este último el camino que yo he elegido; siempre he creído mejor hacer que desaparezcan las causas, en vez de empeñarme en destruir sus efectos.

Moltedo: -Si me permite el señor coronel, yo le preguntaría si la acción represiva contra el comunismo, llevada a cabo en forma violenta, no es susceptible de agravar el problema, en vez de resolverlo.

Perón: -Absolutamente. Acabo de señalar que el 4 de junio la situación era mucho peor que ahora, de manera que difícilmente puede afirmarse que la represión ha agravado las cosas.

Moltedo: -Sin embargo, creo haberle oído al señor coronel decir que es justamente hace muy poco que se ha exteriorizado la acción comunista en forma virulenta, con una virulencia que antes no tenía. Por otra parte, antes del 4 de junio no había en el país un problema comunista de importancia.

La organización sindical

Ordóñez: -El actual gobierno ofrece una involuntaria ayuda al comunismo argentino. La misma organización sindical, en la que buena parte de los obreros concurrentes acusa un visible oportunismo, puede resultar -y me fundo, para decirlo, en apreciaciones recogidas en fuentes gremiales- un magnífico plato servido para esos dirigentes comunistas a los cuales se refiere el señor coronel, que hoy están en Neuquén o Martín García.

Perón: -Esas son dialécticas... ¡Pura dialéctica! Está perfectamente probado que cuando a los obreros se les da lo que piden se ponen a favor del gobierno; se hacen conservadores. Yo estoy muy tranquilo sobre el porvenir de nuestros sindicatos. Nosotros velaremos por ellos. Serán lo que son en Inglaterra. Según un estudio que justamente acabo de leer, el número de los trabajadores ingleses agremiados, bajo el control del Estado, alcanza a ocho millones.

La cuestión política

Cantilo: -¿No le parece que para resolver el problema gremial y cualquier otro problema, debe pensarse primero en resolver el problema político?

Perón: -Creo que el problema político es secundario, como cualquier otro problema; el primer problema a resolver es el social.

Rodríguez Larreta: -Por mi parte, no me convence esa subordinación de todos los problemas al de la agremiación obrera. Existe una estrechísima relación entre el problema obrero y el problema político, y la suerte de los sindicatos corre siempre pareja con la suerte de los regímenes políticos bajo los que han nacido y se han desenvuelto. En Inglaterra, viven las trade unions porque allí existe vida política, allí todo vive con vida propia porque todo ha nacido allí bajo el amparo de la libertad, por generación espontánea y no por artificio. La contraprueba de lo que digo nos la ofrece Italia. El fascismo creó en Italia sindicatos que el señor coronel tuvo ocasión de conocer: búsquelos ahora.

Perón: -¿Y de dónde saca que aquí no hay vida política como en Inglaterra?

Rodríguez Larreta: -No hay vida política donde no hay libertades, ni gobierno representativo.

Perón: -Aquí las hay pero están interrumpidas por una etapa de gobierno revolucionario.

Rodríguez Larreta: -Una etapa que se va haciendo demasiado larga.

Perón: -A mí me parece que demasiado corta. Debo insistir. Después de la guerra vendrán situaciones graves en todas partes; y yo me he propuesto darle al Estado argentino el máximo de solidez para que pueda estar a cubierto de todo riesgo. Para esto he creado lo que yo llamo el seguro y el reaseguro. El seguro consiste en lograr una organización sindical para cada gremio, en forma de que los trabajadores, de todas las actividades, posean una única organización con la cual deben necesariamente tratar los capitalistas, bajo la lupa o supervisión del Estado. Mediante este sistema, y apoyando las reclamaciones obreras en todo lo que ellas tengan de justo y atendible, ya estoy logrando la solución del problema social argentino. Llamo a esto el seguro, porque los sindicatos organizados en la forma indicada serán colaboradores del Estado y asegurarán a la colectividad contra todo riesgo de perturbación que pueda ser ocasionados por influencias extrañas. Ahora bien, si alguno o algunos sindicatos, a pesar de haber recibido para los trabajadores respectivos todas las satisfacciones posibles, llegaran a colocarse frente al Estado y en vez de ser factores de colaboración y de orden fueran instrumentos de rebelión, entonces funcionaría lo que yo llamo el reaseguro: cien mil hombres bien adiestrados, bien disciplinados, bien armados, que constituirán nuestro ejército permanente, y que tendrán la misión de poner en vereda a todo el que se alce contra la autoridad del Estado.

El llamado a elecciones

Rodríguez Larreta: -Se habla de tener los padrones electorales listos. Esto permitiría alentar la esperanza de que el pueblo será convocado a elecciones; pero enseguida se agrega que los padrones no podrán estar depurados hasta noviembre del año que viene. Por una razón o por otra, el Gobierno parece creer que el país puede continuar dos o tres años más, bajo autoridades de facto.

Perón: -¡Qué fácilmente se arreglan las cosas desde afuera! No somos nosotros sino la Constitución la que exige un proceso largo para la depuración de los padrones. Yo les pregunto a los jueces federales, y todos me han dicho que no podrían estar los padrones antes de noviembre del año que viene, sin transgredirse disposiciones constitucionales. Y ustedes saben que este Gobierno cumple y cumplirá la Constitución.

Moltedo: -Desconfío de mi versación en derecho público, pero a pesar de ello puedo asegurarle al señor coronel que la Constitución y las leyes que la reglamentaron quieren, sobre todo, que la Nación no carezca de sus mandatarios legales, normales, elegidos por el pueblo. Y si esto llegara a producirse, cualquiera sea la causa, también quiere que el retorno a la normalidad sea inmediato.

Perón: -Pero entonces yo me encuentro frente a dos disposiciones contradictorias: una que ordena esperar hasta noviembre y otra que obligaría a convocar a elecciones rápidamente. ¿Cuál debo cumplir?

Moltedo: -Pero, señor coronel, una es de fondo y la otra, de mera forma. No hay duda sobre cuál debe cumplirse.

Rodríguez Larreta: -Las pequeñas deficiencias de un padrón electoral no pueden influir de una manera decisiva sobre la suerte del país.

Perón: -Está equivocado. Los padrones tienen mucha importancia. Es en la alteración maliciosa de los padrones que el fraude tuvo su primera expresión; y no puede concebirse un gobierno auténticamente representativo si no se cuenta con padrones limpios. El gobierno tiene su plan y ha de cumplirlo en todas sus fases. La obra de la revolución se llevará a cabo inexorablemente.

Rodríguez Larreta: -Lo único que se pide es que el gobierno publique su plan, que lo haga conocer al país.

Perón: -¡Ah, sí! Vamos a hacer conocer nuestro plan al enemigo!

Rodríguez Larreta: -Es triste que el "enemigo" sea el propio país.

Perón: -Tenemos muchos enemigos y no vamos a darles armas.

Moltedo: -La revolución se hizo, y así lo proclamó, con el propósito de restablecer la normalidad institucional entregando el gobierno de la Nación a los auténticos representantes del pueblo, a hombres alejados de la politiquería subalterna, con antecedentes y con una línea de conducta pura, que constituyera por sí misma la mejor garantía de que sabrán dirigir con acierto los destinos del país. ¿Es así señor coronel?

Perón: -Es así.

Moltedo: -Bien, entonces la forma no tiene importancia.

Perón: -Pero si nosotros convocáramos ahora a elecciones, sería para que volvieran los viejos políticos anteriores que tanto daño causaron.

Ni nazi ni marxista

Perón: -Yo no tengo, por lo demás, nada que ver con la política. La política la dirige el señor Presidente de la Nación, con asistencia del ministro del Interior. Yo soy un coordinador económico-social.

Ordóñez: -Sin embargo, nadie duda de que usted tiene una gravitación decisiva en la marcha del gobierno. Todo el mundo lo reconoce.

Perón: -Porque éste es el país de los chismes.

Ordóñez: -Oliveira Salazar, el dictador portugués, dice que en política las apariencias hacen función de realidades. Usted cargará con el mayor lote de responsabilidad por los actos de este gobierno.

Perón: -¿Qué le voy a hacer? Cada cual nace con su destino, y yo cargaré con el mío. Pero les repito que nada tengo que ver con la dirección política. En cuanto a mi posición política personal no ha de ser mala porque me combaten los comunistas y los nacionalistas. Debo estar en un buen término. No soy ni nazi, ni fascista, ni comunista.

Rodríguez Larreta: -Lo que le falta es ser demócrata, y estaríamos todos de acuerdo.

Perón: -¿Ser demócrata? ¿Pero entonces usted no lee los diarios?

Rodríguez Larreta: -Lo que usted quiere preguntar es si yo leo sus discursos, que constituyen la única expresión libre contenida en los diarios. Sí, coronel, los leo. Pero en ninguno he visto una verdadera profesión de fe democrática.

La libertad de prensa

Ordóñez
: -Todas las mañanas Cabildo despotrica contra la democracia, contra nuestras instituciones y contra los ideales que nos son más caros. Nada se le puede contestar. Sólo ellos, los que piensan como el Gobierno, tienen libertad de hablar.

Perón: -Pero escriba un artículo y contéstele a Cabildo lo que quiera.

Ordóñez: -¿En dónde?

Perón: -En otros diarios.

Moltedo: -¿Cómo? ¿Acaso es posible decir libremente lo que se piensa? ¿Puedo yo escribir un artículo exponiendo mi divergencia con el gobierno del señor coronel?

Perón: -Puede escribirlo bajo su responsabilidad y ateniéndose a las consecuencias. En el país hay estado de sitio y tendrá que considerarse si su artículo afecta o no las normas establecidas por el estado de sitio.

Moltedo: -Lo cual equivale a decir que no hay libertad de prensa. Bien sabe el señor coronel que ningún diario publicará mi artículo si en él critico la política del Gobierno.

Despedida

Moltedo: -Hemos llegado a esta reunión con gran preocupación y con una esperanza. Veníamos preocupados por la suerte de nuestro país, que se presenta tan sombría. Traíamos la esperanza de que el señor coronel acogiera la expresión de nuestro anhelo, compartido por la inmensa mayoría de los argentinos, de un pronto retorno a la normalidad constitucional. Nos vamos con la misma preocupación que traíamos, con una profunda angustia y ya sin esperanzas.

Los elegidos a la mesa

Adolfo Bioy (1882-1962), padre del escritor Adolfo Bioy Casares, fue ministro de Relaciones Exteriores y Culto en 1931, durante el gobierno militar de José Félix Uriburu. Fue uno de los fundadores de la Unión Democrática, la alianza política que aglutinó a radicales, conservadores y socialistas contra Perón en las elecciones de 1946. La Revolución Libertadora lo nombró embajador extraordinario ante las Naciones Unidas.

Santiago Bacque (1889-1969) era abogado y llegó a dirigir la Revista Jurídica de Ciencias Sociales. Actuó en empresas, integró el jurado de ética del Colegio de Abogados y fue delegado de San Juan ante la Corte Suprema de la Nación.

Jose María Cantilo (1877-1953) también tuvo a su cargo la cartera de Relaciones Exteriores, pero en el gobierno de Roberto M. Ortiz (1938-41). Asimismo, fue embajador en Montevideo y en Roma.

Jose Figuerola (1897-1970) era español y en su país había participado del gobierno del dictador Miguel Primo de Rivera. Llegó a la Argentina en 1930 y tras la revolución del 4 de junio de 1943 fue designado asesor en cuestiones laborales. De ahí su vínculo con Perón. Cuando éste llegó al poder, en 1946, Figuerola se convirtió en consejero de la Secretaría Técnica de la Presidencia, donde permaneció durante tres años.

Mauro Herlitzka (1880-1969) era italiano. Llegó a la Argentina con su esposa y sus hijos, a principios de siglo. Aquí ingresó en el mundo de los negocios: en los años treinta presidió la Compañía Argentina de Teléfonos y la Compañía Anglo Argentina de Electricidad, empresa que fundó. Además de encabezar el trust de Luz y Fuerza, fue directivo de Sofina, el holding al que pertenecía la Chade (Compañía Hispano Argentina de Electricidad).

Alfredo Hirsch (1876-1956) había nacido en Alemania y, siendo joven, emigró a nuestro país. Fue hacendado, empresario y llegó a ser director general de la firma Bunge y Born.

Rodolfo Moltedo (1900-1976) era abogado, hacendado y empresario. Perteneció a los directorios de la cementera Loma Negra y del Banco Supervielle. También participó en política, dentro del Partido Demócrata Progresista.

Manuel Ordoñez (1902-1983) actuó como abogado del diario La Prensa, que Perón clausuró en 1951. También fue profesor universitario, pero debió abandonar su cátedra porque se negó a jurar la Constitución de 1949, que permitió la reelección de Perón. Por su antiperonismo lo encarcelaron. Militó clandestinamente en la democracia cristiana hasta la Revolución Libertadora.

Augusto Rodríguez Larreta (1898-1945) era abogado pero se desempeñó como periodista en La Nación entre 1921 y 1932. Ese año abandonó el diario porque fue nombrado fiscal, cargo que ocupó hasta 1933. Luego se dedicó a su estudio jurídico y a la docencia en la Universidad de Buenos Aires.
--------------------------------------------------------------------------------
El material que ofrecemos aquí es el producto de una versión taquigráfica tomada en el mismo momento de la reunión en la casa del señor Herlitzka. Luego, Augusto Rodríguez Larreta pasó en limpio ese registro que fue ratificado por cada uno de los invitados, con excepción de Perón y Herlitzka, que amenazó con desmentir toda la conversación si esta era publicada. Rodríguez Larreta ocultó esos papeles en el interior de un oso de peluche, lo que evitó que la policía los obtuviera durante un allanamiento a su domicilio en 1945. Sus descendientes conservaron el documento en buenas condiciones hasta nuestros días.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy instructivo el documento, pero me quedo algo en el tintero del post anterior; es verdad, el PJ como esta organizado ahora no es democratico, no es un marco para la expresion de distintas corrientes; sin embargo, y lo que es mas grave aun, ningun partido de la argentina lo es, ni macri se postulo por internas, ni carrio, ni lavagna , ni cristina ... seria bueno que la justicia ( o como vos dijiste Diana, Kirchner) devuelvan la normalidad ( e institucionalidad) al partido...

Anónimo dijo...

seria bueno tambien que el PJ lleve la "Punta" en ese tema; hoy en dia es el unico partido con un peso razonable en la sociedad, los radicales no desaparecieron , pero ... casi
el pro? demasiado porteño para el gusto del interior ( por mas que lo quieran traer a de angeli)
el ari?diria q es uno de los mas coherentes, pero = no tienen peso...

Diana Ferraro dijo...

Es interesante observar en el documento la posición del General en relación a los padrones:

"Los padrones tienen mucha importancia. Es en la alteración maliciosa de los padrones que el fraude tuvo su primera expresión; y no puede concebirse un gobierno auténticamente representativo si no se cuenta con padrones limpios"

El tema de la actualización de los padrones y la inclusión de nuevas afiliaciones continúa siendo algo a resolver,y con urgencia antes de las elecciones 2009, y algo que tal vez se podría hacer contando con la buena voluntad de aquellos que dentro del PJ ya estén hartos de los manejos fraudulentos de su actual ilegal presidente. Esta conducta constituye un deshonor más en el PJ, el partido que históricamente vino a poner fin al fraude!

Por qué la justicia no ayuda? No sabemos si se trata de afinidad política con los Kirchner, soborno, o puro reflejo gorila para destruir al PJ y al peronismo para siempre. En ninguno de los tres casos, la Justicia cumple con su misión y éste es el gran horror de la Argentina.

Anónimo dijo...

Nunca se preguntò porquè en la Argentina no hay organizaciones mafiosas clandestinas?, porque le harìan competencia al sindicalismo y al partido justicialista. La ùnica verdad es la realidad, a ella me remito.