AVISO

A partir del 1° de Diciembre, este foro cesa su actividad, atento a que la nueva etapa de formación de líneas alternativas dentro del peronismo requiere, más que la ya agotada discusión acerca del PJ, un trabajo específico de análisis y propuestas que puedan fortalecer a los nuevos liderazgos peronistas liberales.

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MEMORIA

DOCUMENTO DEL CONSEJO NACIONAL DEL PARTIDO JUSTICIALISTA.

Emitido el Martes 11 de septiembre de 1979


I) El Justicialismo, desde 1946, representa a la gran mayoría del pueblo argentino, sin que nada ni nadie hasta la fecha haya desvirtuado esta aseveración tantas veces confirmada como cuantas veces nuestro pueblo logró ser protagonista de la historia de la Patria a través de la consulta electoral.


II) Con esta representatividad incontestable, el Justicialismo se dirige a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, considerando que ella representa una instancia internacional creada por la Organización de Estados Americanos, de la que la República Argentina ha sido parte desde su fundación; que su visita tiene por objeto verificar la observancia, por parte del gobierno de facto, de los derechos humanos, y que la presencia de la Comisión responde a una generalizada inquietud de la comunidad internacional - de la que nuestro pueblo forma parte -, que considera que el comportamiento de la autoridad militar que ejercita el mando en la República Argentina es francamente violatorio de los derechos humanos.


III) No hemos de abundar en la descripción de nuestro movimiento político y de sus banderas. Pero cabe señalar que desde 1946 hasta la fecha en el justicialismo se traducen las legítimas aspiraciones espirituales y materiales del hombre argentino.

Nuestro concepto de Justicia Social, la idea de una sociedad igualitaria, ha afectado y continúa afectando el privilegio.

Nuestro concepto de Independencia Económica, el manejo de nuestros recursos en función del interés nacional ha lesionado y lesiona al privilegio.

Nuestro concepto de Soberanía Política, de que nadie puede subrogar al pueblo, también ha afectado y afecta el privilegio.

Por todo esto, los beneficiarios de la actual situación son y serán nuestros implacables adversarios. Y sostenemos que quienes se aferran al privilegio no encontrarán otra manera de mantenerlo sino mediante la violación sistemática de los derechos humanos.


IV) Los hombres del Justicialismo, los que ejercieron la primera magistratura de la Nación, los que integraron el Poder Legislativo, los magistrados y funcionarios del Poder judicial de la Nación, los dirigentes políticos y sindicales, los docentes, las mujeres y la juventud han sido el blanco de una discriminada represión . Y están los otros hacedores y fundadores de nuestro accionar y nuestra historia: el obrero silencioso, el estudiante, el profesional, el empresario, en fin, los que trabajan con esperanza y creyeron y creen que la Patria es un techo generoso que puede cobijar a todos. Tal vez esa creencia es el delito que le asignan el Pueblo…


V) NO PODEMOS ACEPTAR QUE LA LUCHA CONTRA UNA MINORÍA TERRORISTA- DE LA QUE TAMBIÉN HEMOS SIDO VÍCTIMAS- SE LA QUIERA TRANSFORMAR EN UNA EXCUSA PARA ESTABLECER EL TERRORISMO DE ESTADO.

“Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”, decía nuestro líder, el teniente general Juan Domingo Perón. Este concepto es el que ha regido nuestro gobierno y es el que exigimos que se ponga en inmediata vigencia, porque no puede haber Doctrina de Seguridad Nacional que esté por encima de la ley que debe amparar por igual a todos los ciudadanos. Aceptar cualquier otro criterio significaría transformar a la persona humana en simple objeto de los delirios represivos de las minorías.


VI) Nosotros, hombres del justicialismo, no hemos de permanecer impasibles, no hacer de nuestro silencio una conducta. Sentimos un imperativo, producto de nuestras convicciones y de nuestra larga y dura militancia en la causa de la Patria. En consecuencia, el dolor de una madre es nuestro dolor, el dolor de un hijo es también nuestro, el obrero al que le falta el pan y no se le permite decir lo que le falta, se hará voz en nuestras voces. Todos se harán voz en nuestras voces. Y estos nos compromete a asumir el dolor de aquellos que padecen la cárcel, a través de “actas”, “decretos” o “bandos”, en las prisiones, embajadas, domicilios y confinamientos; y de los que padecen – y son millones- este exilio interior de la represión, el silencio y el hambre.


VII) Finalmente, hacemos nuestras las palabras de S. Santidad Juan Pablo II cuando dice” La Iglesia (…) quiere hoy continuar su misión de fe y de defensa de los derechos humanos, invitando a los cristianos a comprometerse en la construcción de un mundo más justo, humano y habitable, que no se cierra en sí mismo, sino que se abre a Dios. Hacer ese mundo más justo significa, entre otras cosas (…), que no haya injusticia y desigualdad en la impartición de la justicia; que no haya nadie sin amparo de la ley y que la ley ampare a todos por igual; que no prevalezca la fuerza sobre la verdad y el derecho, sino la verdad y el derecho sobre la fuerza y que no prevalezca jamás lo económico ni lo político sobre lo humano”.


VIII) Por ello, el Justicialismo DENUNCIA: a) el encarcelamiento, vejación y confiscación de los bienes de la señora Presidente de la Nación Argentina, doña María E. Martínez de Perón; de nuestro prestigioso dirigente gremial, don Lorenzo Miguel, y de otros tantos que padecen las consecuencias de las llamadas “actas”; b) LA MUERTE Y/O DESAPARICIÓN DE MILES DE CIUDADANOS, lo que insólitamente se pretende justificar con la presunción de fallecimiento que no significa otra cosa que el reconocimiento de las arbitrariedades cometidas; c) el padecimiento de quienes se han atrevido o se atreven a levantar su voz y se han llevado o llevarán como “pena” desde un silencio impuesto hasta la muerte”.

DEOLINDO FELIPE BITTEL (Vicepresidente 1°)
HERMINIO IGLESIAS (Secretario Político)

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